Los perritos son los mejores amigos del hombre, pero esto no quiere decir que no necesitan convivir con otros de su misma especie, tal es el caso de Arnold un perro de dos años que sufre de ansiedad paralizante, esto producto de una experiencia desagradable que tuvo con un perro más grande cuando era solo un cachorro, desde entonces tiene serios problemas para relacionarse con animales, es un perro con muchos temores e incluso sufre de síndrome de separación, el cual ocurre cuando sus dueños pasan mucho tiempo fuera de casa y como reacción crea desastres para llamar su atención.
Su dueña Carolyn Manalis, sabía perfectamente que la solución a los problemas de su mascota no eran los medicamentos o sedantes, por lo que decidió adoptar al perro más pequeño y amigable que pudo encontrar, una de sus amigas se lo dio en adopción y desde ese momento el pequeño Frank se volvió el mejor amigo de Arnold, pero no solo eso también se ha convertido en su apoyo emocional más grande ya que lo ha ayudado a lidiar con sus ataques de ansiedad y con el síndrome de separación ya que siempre está acompañado.
Los perros son una gran ayuda para las personas que sufren de trastornos de ansiedad o depresión, al ser tan leales, está en su naturaleza proteger a sus dueños cuando perciben que algo no está bien, incluso son entrenados para reaccionar de cierta forma, pero ver este tipo de apoyo de un perrito a otro es algo menos común aunque igual de efectivo, estos dos perritos son mejores amigos, hacen todo juntos y demuestran el cariño y la confección que hay entre ellos con mucha frecuencia.
“El vínculo que tienen estos dos perros es increíblemente hermoso. Están muy conectados, se aman y se apoyan mutuamente. Si alguna vez uno llora, el otro está ahí en medio segundo para comprobar que está bien. Su amor es incondicional, independientemente de su tamaño o raza”, fue lo que su dueña dijo con respecto a su relación.
El pequeño Frank ha ayudado a Arnold a recuperar su confianza, ya pueden jugar usando su fuerza sin lastimarse, algo que en el pasado el hubiera sido imposible para el segundo, consideraba cualquier tipo de juego como un ataque y reaccionaba con temor, es gracias a su amigo que ha superado estos traumas, a muchos les sorprende que este perro tan pequeño sea el apoyo de un perro tan grande, pero es la prueba de que una amistad real puede ayudar a superar una gran variedad de complicaciones.