La posibilidad de ser despedido por faltas o retardos en el trabajo es un tema que asusta a muchas personas, esto debido a que, hasta cierto número de inasistencia laborales, el despido sería justificado y esto quiere decir que no habría una liquidación al empleado en cuestión.
Aunque algunas empresas pueden ajustar las normas laborales establecidas por la Ley Federal del Trabajo (LFT), es esencial entender tus derechos y responsabilidades en este contexto pues, es esta ley la que protege a trabajadores de abusos de parte de empresas privadas.
¿Cuántas veces puedo faltar al trabajo antes de que me despidan?
La Ley Federal del trabajo es muy clara en lo que respecta a las faltas, acumular más de tres en un lapso de 30 días, puede poner en riesgo tu empleo. Sin embargo, una falta ocasional no es motivo de despido y por otro lado, si las ausencias están justificadas, ya sea por notificación previa o un justificante médico, estás protegido y no pueden despedirte por ello.
En el caso de los retardos, aunque no constituyen un motivo directo de despido, las empresas suelen establecer reglas propias que deben respetarse igualmente, pues de llegar tarde y no respetar la tolerancia establecida, se puede ver afectado tu salario, ya que podrían aplicarse descuentos proporcionales o incluso descontar el día completo.
¿Qué es un despido injustificado?
En el caso de faltar repetidamente, pero menos de 3 veces en 30 días, tu empleador, aunque puede llamarte la atención, no puede despedirte pues la ley te protege y caería en la categoría de injustificado ya que no se ha violado la Ley Federal del Trabajo.
Es esencial conocer las políticas específicas de la empresa en la que trabajas, ya que algunas pueden variar en términos de penalizaciones por faltas o retardos pues, pese a que no es motivo de despido, faltas y retardos pueden ser castigados de otras formas.