El ajo es uno de los ingredientes más valorados en la cultura mexicana, pues así como tiene gran utilidad en la cocina, también es común escuchar que sus propiedades se aprovechen para otras finalidades como lo son los remedios caseros, por eso en esta ocasión te explicamos todo lo que tienes que saber de este ingrediente.
De acuerdo con la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM, el ajo nace en forma de bulbos enterrados que están formados de dientes de sabor picoso, tiene hojas alargadas con apariencia de cintas y sus flores tienen cabecitas blancas con lila en la punta.
Este ingrediente es originario del oeste de Asia, Europa y del Mediterráneo, pero es fácil encontrarlos en climas cálidos, semicálidos y templados, por lo que se pueden encontrar huertos en diferentes lugares del mundo.
Según el documento antes mencionado, el ajo tiene propiedades antibióticas que pueden actuar directamente sobre Bacillus subtilis, Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Pseudomona aeruginosa, el hongo Candida albicans y los dermatofitos Aspergillus nidulans, Cladosporium carrionii, Epidermophyton fluccosum, Trichophyton mentagrophytes y T. Rubrum.
El ajo en la medicina tradicional
Se ha comprobado que el ajo tiene propiedades antibióticas y es por eso que no es raro que se utilice como auxiliar para reforzar el sistema inmunitario y prevenir infecciones o a superarlas con rapidez.
En la mayoría de los casos, el ajo es utilizado para evitar o tratar enfermedades relacionadas con las vías respiratorias, pero también para combatir parásitos intestinales y algunos problemas de la piel.
En la Biblioteca Digital de la Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM también se detalla que en el siglo XVIII el ajo fue utilizado para evitar complicaciones por mordedura de víbora y perros con rabia, incluso como auxiliar para eliminar liendres y piojos.