Las personas jubiladas y pensionadas en México, al igual que cualquier otro contribuyente, deben cumplir con ciertas obligaciones fiscales ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y aunque ya no formen parte del mercado laboral activo, el cumplimiento de estas responsabilidades son necesarias para evitar sanciones y multas, ya que la ley no los exime completamente de las revisiones fiscales.
La ‘Procuraduría de la Defensa del Contribuyente’ (Prodecon) considerando a este sector de la población, ha publicado una guía con el objetivo de dar orientación sobre los deberes fiscales que deben tener en cuenta.
Estas son las responsabilidades de jubilados y pensionados ante el SAT
De acuerdo con la Prodecon, quienes tributan bajo el régimen de sueldos y salarios o ingresos asimilados a salarios tienen una serie de responsabilidades específicas, siendo una de ellas la de proporcionar a sus retenedores (que pueden ser empleadores, instituciones de seguridad social o fondos de pensiones) los datos necesarios para que realicen las retenciones correspondientes, como lo estipula la ley.
Además, las personas jubiladas o pensionadas deben presentar su declaración anual en situaciones particulares, como cuando:
- Obtienen ingresos adicionales a su pensión o jubilación.
- Han notificado por escrito al retenedor su intención de presentar la declaración.
- Perciben ingresos de dos o más empleadores o instituciones.
- Reciben ingresos con fuente de riqueza en el extranjero.
- Sus ingresos anuales exceden los 400 mil pesos.
Personas jubiladas y pensionadas que deben presentar una declaración
Es importante aclarar que no todas las personas jubiladas están obligadas a presentar una declaración anual, aquellos que solo reciban ingresos de un empleador o retenedor y cuyos ingresos no superen los 400 mil pesos anuales, así como aquellos que no tengan otras fuentes de ingresos, están exentos de esta obligación.
Sin embargo, si los ingresos totales superan los 500 mil pesos anuales, la situación cambia pues, conforme al artículo 150 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta (ISR), en este caso, las personas deben declarar la totalidad de sus ingresos, incluso aquellos que no están sujetos al pago de ISR o que ya hayan sido gravados con impuestos definitivos.
Vale la pena mencionar que ingresos como premios, préstamos, donativos superiores a 600 mil pesos, herencias, legados, venta de una casa habitación por más de 500 mil pesos o viáticos que superen los 500 mil pesos y representen más del 10% de los sueldos percibidos deben ser reportados, pues de lo contrario, podrían ser considerados ingresos omitidos, lo que podría derivar en multas y sanciones bajo la figura de discrepancia fiscal.
Estas son las sanciones que podría recibir una persona jubilada o pensionada
El SAT cuenta con un catálogo de sanciones para quienes no cumplan con sus obligaciones fiscales. Las multas y penalizaciones varían según la infracción, e incluyen:
- Recargos y actualizaciones por el retraso en el pago de impuestos.
- Embargo de bienes en casos graves.
- Restricción del uso de sellos digitales, lo que impediría emitir comprobantes fiscales.
- Auditorías para revisar los ingresos y gastos del contribuyente, lo que podría derivar en sanciones adicionales si se encuentran irregularidades.
No presentar la declaración anual podría acarrear multas que oscilan entre mil 400 y 17 mil 370 pesos. Además, no actualizar los datos fiscales puede costar entre 3 mil 80 pesos y 9 mil 250 pesos, y no conservar los comprobantes fiscales puede generar multas de hasta 34 mil 730 pesos.