Rigo Tovar falleció en marzo de 2005, pero sigue siendo recordado por su trabajo artístico, pues fue uno de los músicos que ganó gran popularidad por sus contribuciones a la música; sin embargo, lejos de lo que se podría pensar, el famoso no tuvo un final lleno de riquezas y lujos, por el contrario, tuvo un trágico desenlace, hablando tanto económicamente, como personalmente e incluso de salud, pues sus últimos días los pasó ciego.
El ícono de la música mexicana era originario de Tamaulipas y se hizo famoso por su peculiar estilo musical y forma de bailar, pues constantemente hacía un brinco que en una ocasión llegó a superar el metro y 40 centímetros de altura.
Con canciones como “Oh qué gusto de volverte a ver”, “El testamento” y “El sirenito”, entre muchas otras, Rigo Tovar conquistó al público, pero su vida llena de excesos hizo que tras tocar el éxito, su carrera se fuera en declive.
El famoso se alejó totalmente de los escenarios en 1995, posteriormente le diagnosticaron retinitis pigmentosa que le afectó la vista considerablemente, pues al principio solo tenía molestias de visión, pero con el tiempo empeoraron y se quedó ciego, algo que lo hundió en depresión, pues aunque gastó una fuerte cantidad de dinero en operaciones, simplemente no recuperó la vista.
¿Qué es la retinitis pigmentosa?
Es una enfermedad degenerativa de los ojos, hereditaria y muy poco frecuente, pero que cuando aparece desencadena la pérdida de la visión, al principio en situaciones de poca luz, posteriormente se pierde la visión lateral y termina por dejar ceguera.
Además de tener este problema de salud, Rigo Tovar sufría vitíligo y tenía diabetes, una enfermedad que lo deterioró rápidamente y le provocó muchas complicaciones en sus últimos días de vida. El famoso falleció víctima de un paro cardiorrespiratorio el 27 de marzo de 2005.
Cabe mencionar que Rigo Tovar tuvo 16 hijos con diferentes mujeres, por lo que el día de su velorio se presentaron varias de ellas para reclamar herencia, entre ellas su esposa Isabel Martínez, la empleada doméstica María Magdalena Ángeles Palacios y su ex secretaria, Elizabeth Ornelas.
Los restos de Rigo Tovar fueron incinerados para cumplir con la última voluntad del cantante, posteriormente recorrieron todo el país tal y como el intérprete lo pidió meses antes de su muerte y finalmente cumplieron su petición al esparcirlas en una playa de Matamoros.