El glaucoma es una enfermedad neurodegenerativa que provoca un daño progresivo e irreversible del nervio óptico y es tan común que ya es considerado como una de las principales causas de ceguera en personas mayores de 60 años, pero puede manifestarse a cualquier edad. Esta pérdida de visión es provocada generalmente por un aumento de la presión intraocular y una de las cosas que tiene que considerarse es que la mayoría de las personas no presentan síntomas en las primeras fases, por eso te contamos un poco más sobre el glaucoma.
Primero que nada hay que explicar que la parte frontal del ojo está llena de un líquido claro llamado humor acuoso, este líquido se produce en una zona por detrás de la parte coloreada del ojo (iris) y sale a través de canales donde el iris y la córnea se encuentran, esta zona se denomina ángulo de la cámara anterior o simplemente ángulo.
Cualquier factor que retarde o bloquee el flujo de este líquido provoca acumulación de presión en el ojo, es por eso que según la amplitud del ángulo iridocorneal se puede clasificar en:
1.- Glaucoma de ángulo cerrado: Es cuando ocurre una disminución de ángulo iridocorneal, el cual está formado del iris y córnea, hay elevación brusca de la presión intraocular, dolor intenso, disminución de la agudeza visual, visión de halos alrededor de las luces, enrojecimiento del ojo, dilatación de pupila e incluso se pueden presentar dolor de cabeza, náuseas y vómitos.
2.- Glaucoma de ángulo abierto: El ángulo iridocorneal es normal, al inicio no hay síntomas, pero el deterioro es progresivo y rápidamente puede llegar a la ceguera.
La mayoría de los pacientes presentan los siguientes síntomas:
- Pérdida de visión periférica
- Pérdida de visión central
- Ojo rojo
- Dolor intenso
- Visión borrosa
- Dolor de cabeza acompañado de vómitos
- Factores de riesgo
El principal factor de riesgo es la hipertensión ocular, pero se ha encontrado que personas con valores normales (menos de 21 mm Hg de presión) también pueden desarrollar la patología, se puede transmitir de forma hereditaria y hasta el momento su origen es poco conocido.
Importancia del diagnóstico temprano
Debido a que aún se desconocen las causas del glaucoma, es sumamente importante acudir con un especialista a revisiones constantes, de este modo se puede controlar antes de que siga evolucionando, pues recordemos que muchas veces no hay síntomas y cuando estos se presentan puede estar ya en un estado muy avanzado.
Además de las molestias anteriormente descritas, algo que puede indicar la presencia de glaucoma puede ser la elevación de la presión intraocular por encima de 21 mmHg y la presencia de una papila excavada.
Para ayudar a dar un diagnostico se puede recurrir a una tomografía de coherencia óptica (OCT) posterior y HRT para detectar alteraciones en las zonas posteriores del ojo (retina y nervio óptico), una tonometría o medición de la presión intraocular, paquimetría que permite conocer el grosor de la c+ormea, gonioscopía para explorar correctamente el ángulo iridocorneal y una campimetría para valorar la visión periférica o de los laterales del campo visual.