Michelle Rodríguez se ganó el cariño del público por su increíble talento artístico, pero también por su carisma, personalidad y honestidad, pues no duda en hablar en público sobre cualquier tema de su vida, por más difícil que sea, como lo ha sido el sobrepeso, pues la famosa ha luchado contra la gordofobia desde que era una niña e incluso estuvo a punto de dejar de luchar por su sueño de dedicarse a los espectáculos.
La cantante, actriz y comediante se ha hecho muy popular gracias a su participación en producciones como Me caigo de risa, Comedy Central Presenta: Stand Up, Nosotros los guapos y Noches con platanito, entre muchas otras, pero su camino al éxito no ha sido nada sencillo, pues estereotipos le hicieron creer que jamás podría incursionar en el medio artístico.
“’No cabes aquí’, ‘Nadie te va a dejar hacer esto’, jamás se me ocurrió que pudieran hacer algo donde yo cupiera”, dijo la famosa en entrevista con Yordi Rosado, a quien confesó que cuando trabajaba tras bambalinas en un teatro siempre soñaba con participar en una puesta en escena.
Michelle Rodríguez confesó que tras fallar en varias audiciones pensó que debía de terminar con la idea de dedicarse a la actuación y a la comedia, pero poco a poco se convenció de que su aspecto fisico no debía ser relevante.
“Soy una mujer de complexión robusta desde niña, soy gorda, desde niña… no siempre igual que ahora, en la adolescencia no era tan gordita y después pero siempre he tenido la conciencia de que mi cuerpo es diferente y es grande”, dijo.
En la entrevista, Michelle Rodríguez reveló que además de enfrentarse a la gordofobia en todos lados, en su casa sentía una gran presión por bajar de peso, ya que en su familia había muchos médicos y le decían que no era saludable que continuara así, así que desde los ochos años se sometió a dietas.
“Ha sido un tema alrededor de mi vida porque conecta en muchos aspectos. Mis papás son médicos, siempre están preocupados por mi salud. Mi primera dieta la hice a los 8 y para mí era horrible. Me mandaban media torta a la escuela porque ‘la niña no puede comer tanto’. Yo tenía otra amiga que llegaba con un tupper con salchichas, papas, sándwich es con lo que no contaban en mi casa”, recordó.
Rodríguez explicó que ya aceptó si fisionomía, pues contrario a lo que muchos piensan, es una mujer muy activa y suele alimentarse balanceadamente: “Puedo hacer diera, ejercicio y es posible que mi cuerpo no cambie, no soy esa persona que está acostada comiendo papas”, dijo.