Mhoni Vidente se ha convertido en una de las astrologas más famosas, pues muchos aseguran que sus predicciones se hacen realidad, pero además ella es sumamente abierta con su público, por lo que tampoco teme hablar de situaciones muy personales como su cambio a lo largo de los años gracias a las cirugías.
La astróloga Mhoni Vidente nació el 21 de marzo de 1997 en Cuba y desde pequeña aseguró que nació en el cuerpo equivocado, pero tuvo que esperar hasta los 17 años para comenzar su reasignación de género.
¿Qué cirugías se hizo Mhoni Vidente?
La famosa vidente reveló en una entrevista para ‘Suelta la sopa’ de Telemundo que en su adolescencia pudo comenzar su transición y para ellos se sometió a diversas cirugías que le ayudarían a lucir como una mujer, así que no lo pensó dos veces y recurrió a procedimientos como una rinoplastia, colocación de implantes mamarios y liposucciones.
“Mhoni Vidente se opera, lo primero que te hacen es que te castran para que disminuya la testo, yo me operé a los 17, 18 años, en Cuba (…) no tenía una guía, después me hice una cirugía en la nariz, me he operado tres veces el busto, la lipo, cadera, piernas, así como me ven, una cosa no estaba peleada con la otra, me operé porque tenía que aparentar ser mujer”, dijo.
La cirugía de la que Mhoni Vidente se arrepiente
La famosa también dijo en la entrevista que en su juventud pasó por procesos difíciles que le dejaron secuelas, en especial porque cuando ella recurrió a la cirugía de reasignación de género no estaba informada sobre las opciones con las que contaba.
“Yo siempre le digo a mis amigos que no se operen, yo si me hubiera hecho el tiempo atrás yo no me hubiera operado porque viene después una descompensación hormonal muy fuerte, la he sufrido hasta ahorita, no me hubiera operado nada, pero en ese momento lo hice porque quería ser mujer”, dijo.
Mhoni Vidente cree que actualmente existen formas seguras de conseguir este objetivo, pero en su caso nadie le advirtió sobre los cuidados que necesitaba llevar a cabo para que todo fluyera sin complicaciones. Por otro lado, nunca tuvo una guía o a alguien que le ayudara a elegir el mejor método para su caso, lo que complicó la situación.
“No me hubiera operado, hubiera llevado un proceso diferente, no tan radical, tan fuerte, yo dije: ‘¿Doctor, me opera?’ y cuando desperté ya no tenía testículos, tengo dolor, no fue lo adecuado, en este momento las operaciones han de estar mejor”, dijo.
