La famosa actriz de teatro y televisión, Larissa Mendizábal estuvo como invitada en “De primera mano” y reveló cómo fue que se enteró de la infidelidad de su expareja, Augusto Bravo Adianez Hernández.
Mendizábal, quien recientemente acudió al programa para promocionar su nueva obra de teatro, no evitó tocar el tema de la traición que vivió de su expareja hace unos meses. La actriz describió el descubrimiento de la infidelidad como algo "sorpresivo", "doloroso" y "extraño", y relató cómo Rodrigo Cachero habló con ella tras descubrir la traición.
"Fue sorpresivo, doloroso, extraño. En palabras de Rodrigo Cachero me dijo 'esto es maquiavélico', esas fueron las primeras palabras. Me entero por Augusto, Rodrigo le dijo 'si no le dices a Larissa le digo yo', entonces me tuvo que decir", reveló Mendizábal.
La actriz explicó que el proceso de asimilar la infidelidad y la separación ha sido extremadamente difícil: "Por lo mismo que fue sorpresivo, a mí me costó. Va para cuatro meses, y a mí me costó mucho procesarlo porque no me lo esperaba. Me entró una sensación de vergüenza, es un proceso en el que se revuelven demasiadas emociones".
En cuanto a la relación entre Adianez Hernández y Rodrigo Cachero, Larissa Mendizábal aclaró que nunca tuvieron un contacto directo: "Nosotras (Adianez y Larissa) nunca nos vimos". Además, mencionó que su relación con Rodrigo Cachero, con quien tiene un hijo, siempre ha sido cordial a lo largo de los últimos 25 años.
Larisa asegura tener daños psicológicos por infidelidad
Cabe recordar que a través de un video compartido en su cuenta de TikTok, la actriz de televisión expresó su preocupación acerca de cómo "vivir una infidelidad puede tener un impacto devastador en la salud mental" y puede causar "serios daños emocionales".
"Hace unos meses experimenté la traición de una infidelidad, y sin duda, ha sido una de las experiencias más dolorosas de mi vida", compartió.
Ella destacó que la infidelidad por parte de su ex pareja le sumió en una "profunda tristeza, una tristeza indescriptible", que la llevó a llorar "todo el día y la noche", además de experimentar "ansiedad y ataques de pánico, algo que nunca antes había experimentado".
"Me di cuenta de que mi malestar iba en aumento, junto con el dolor y la tristeza. Me sentía cada vez peor y comencé a desesperarme, pensando: 'Estoy haciendo todo lo que se supone que debería ayudarme'", concluyó.
