El fallecimiento de Dulce el pasado 25 de diciembre de 2024 fue una lamentable tragedia para el mundo del espectáculo mexicano. Reconocida por su inigualable voz y una carrera artística que abarcó más de cinco décadas, la cantante falleció a los 69 años debido a complicaciones derivadas de un cáncer pulmonar.
Además del impacto emocional, su partida también dejó en el aire varias preguntas, entre ellas, la que más ha llamado la atención es la de la fortuna que acumuló Dulce a lo largo de su vida y quién será quien cuide de su legado.
¿De cuánto era la fortuna de Dulce al momento de su muerte?
Dulce, quien inició su carrera musical a los 19 años, logró consolidarse como una de las artistas más icónicas de México. Gracias a sus exitosos álbumes, giras y participaciones en telenovelas, acumuló una considerable fortuna estimada en varios millones de pesos.
Aunque la cifra exacta no ha sido revelada, se sabe que parte de su riqueza provino de regalías por su música, contratos publicitarios y presentaciones en vivo que continuó realizando hasta sus últimos años de vida, incluso pocos meses antes de su muerte.
Sin embargo, más allá del dinero, Dulce dejó un legado mucho más valioso, su música. En entrevistas anteriores, la cantante mencionó que su mayor herencia sería su voz, la cual preparó como un activo que pudiera generar ingresos para su hija en el futuro.
Romina Mircoli: La heredera del legado de Dulce
La única hija de Dulce, Romina Mircoli, nacida en 1987, será quien quede a cargo del patrimonio y el legado artístico de su madre. Romina es fruto del matrimonio entre Dulce y el productor musical Luis Mircoli, con quien contrajo nupcias en 1986 y se divorció casi una década después, en 1995.
En vida, Dulce expresó en varias entrevistas su deseo de que su herencia para Romina no se limitara a lo material, sino que incluyera algo más profundo y duradero: su música.
Durante una entrevista con la locutora Cora Nelda González, Dulce compartió detalles sobre su decisión de preparar grabaciones especiales con su voz como parte de su legado. Estas grabaciones, sin acompañamiento musical, fueron creadas con la intención de que Romina pudiera comercializarlas en el futuro.
“Es mi voz la que se queda. Le estoy haciendo a mi hija un contenido de todas mis voces, sin música de ningún tipo, para que el día que ya no esté, si alguien le da 10 pesos por la voz de su mamá, para hacerla en cumbia o en ranchero, pues que ella tenga esa herencia. Lo que le dure… eso es lo que yo le puedo dejar de mí, con lo que su madre se abrió camino en la vida”, comentó la cantante.