Edith González fue una de las actrices más queridas de Televisa, prueba de ello es que aunque ya pasaron varios años desde su muerte, la famosa sigue siendo recordada con cariño y sus compañeros no dudan en contar cada experiencia que tuvieron con ella, como Ernesto Laguardia que confesó una curiosa anécdota.
En entrevista para el programa ‘De primera mano’, Ernesto Laguardia recordó que no siempre fue exitoso en los programas de televisión, pues para poder actuar pasó antes por diversos puestos en los medios de comunicación, incluso fue mensajero.
“Empecé en la XCW porque me mandaron llamar; yo me sentía volado porque había amigos que habían hecho casting, pero no, me pusieron de mensajero. Entonces pasé por todos los puestos: mesa de redacción, reportero y después de mucho tiempo un día dije ‘ya no me estoy divirtiendo’ y decidí dejar todo e irme a estudiar a Nueva York, cuando regresé estuve dirigiendo y produciendo mucho tiempo en Televisa niños”, recordó.
Ernesto Laguardia dijo que cuando era mensajero se encontró a Edith González en los pasillos de Televisa y sus compañeros, al saber que él era un gran admirador, lo incitaron para que se acercara a la actriz para pedirle un autógrafo.
“Yo estaba chavillo y era mensajero, todo el mundo me ninguneaba y entonces vi a Edith González, así angelical, caminando, como casi flotando. Dije ‘qué hermosura’. Todo el mundo me empezó a molestar para que le pidiera un autógrafo”, dijo.
El ahora actor confesó que nunca se imaginó que Edith González se negaría: “Dije ‘¿por qué no?’; llegué y le dije ‘oye, ¿me das tu autógrafo?’ Y me dijo ‘no, no’”, relató entre risas el famoso.
Cabe mencionar que Ernesto Laguardia recuerda esta anécdota con mucha risa, ya que posteriormente tuvo la oportunidad de trabajar con Edith González, pues trabajaron juntos en más de una telenovela, como en ‘La Fiera’, ‘Flor y Canela’ y ‘Mundo de fieras’, por lo que consolidaron una linda amistad.
Fueron tan unidos que incluso en una ocasión Edith González fue directamente con Emilio Azcárraga Milmo, entonces dueño de Televisa, para exigir aumento salarial para Ernesto Laguardia, pues consideraba que no le pagaban lo justo por su trabajo y solían bromear con la anécdota del autógrafo que la famosa le negó.
