El tiroteo en la escuela Robb de Uvalde, Texas ha dejado historias desgarradoras; pues Salvador Ramos, un joven de 18 años, abrió fuego contra un salón de clases en el cual murieron 19 niños y dos maestros. Ángel Garza, socorrista médico que acudió ayudar, se enteró de la muerte de su hija de una manera peculiar; su historia ya dio la vuelta al mundo.
Ángel Garza relató a CCN que llegó a la primaria cuando funcionarios comenzaban a escolar a los niños conmocionados por el tiroteo fuera de las aulas, ahí vio una niña cubierta de sangre quien dijo estaba histérica pues habían matado a su mejor amiga.
“Una niña estaba cubierta de sangre de pies a cabeza. Pensé que estaba herida, le pregunté qué le pasaba. Dijo que estaba bien, estaba histérica y dijo que le dispararon a su mejor amiga, que mataron a su mejor amiga que su amiga no estaba respirando”, dijo Garza al reportero de CNN.
“Le pregunté a la niña el nombre y... ella dijo Amerie", dijo el hombre, quien de esta manera se enteró de que su hija de 10 años perdió la vida durante el tiroteo.
Arime, dos semanas antes, había cumplido los 10 años, incluso su familia celebró su cumpleaños con una semana y le regaló un teléfono celular, el primero, según se lee en el artículo publicado por el medio internacional.
"Ella ha estado esperando un teléfono durante tanto tiempo y finalmente se lo conseguimos. Solo estaba tratando de llamar a las autoridades, y supongo que él le disparó", mencionó el padre entre sollozos y sosteniendo una fotografía de su pequeña, quien estuvo en el cuadro de honor de la escuela.
"¿Cómo miras a esta chica y simplemente le disparas? oh, mi bebé. ¿Cómo le disparas a mi bebé? Solo quiero saber qué hizo para ser una víctima”, continuó el padre con el corazón roto que perdió a su hija en una de las masacres más terribles de la última década.
El padre de Arime, también dijo tiene un segundo hijo, quien sigue preguntando dónde está su hermanita. Asimismo, describió a la pequeña como una niña dulce, creativa que escuchaba a sus padres y que nunca se metía en problemas.
Por último, Ángel aseguró que Arime le tenía miedo a los extraños y se apresuraba a cerrar la puerta cuando su padre bajaba a cargar gasolina. “Este es literalmente su peor miedo”, dijo Garza.