Una niña de 12 años en el Reino Unido ha vivido una experiencia aterradora después de sufrir un colapso pulmonar y pasar cuatro días en un coma inducido, como resultado de su consumo de vapeadores.
Sarah Griffin, quien tenía asma y era una ávida consumidora de vapeadores, compartió su historia con la BBC y advirtió a otros niños sobre los peligros del vapeo. Según su madre, Mary, temió perder a su hija.
Sarah Griffin comenzó a vapear a la edad de nueve años. A pesar de los esfuerzos de su madre para detenerla, incluyendo registros y confiscaciones de teléfonos, su adicción al vapeo se intensificó.
De acuerdo con el mismo artículo de la BBC, para el verano, consumía un asombroso vapeador de 4,000 caladas en solo unos días, lo que representaba un grave riesgo para su salud.
Esta preocupación se vio agravada por su asma y su dificultad para usar su inhalador preventivo. En septiembre, un resfriado y el vapeo crearon lo que el médico de Sarah describió como una "tormenta perfecta".
Sarah fue hospitalizada y, tras un examen de sus pulmones, se descubrió que solo uno funcionaba correctamente y no respondía al tratamiento. Fue trasladada a cuidados intensivos y posteriormente inducida en coma para estabilizar su condición. Para su madre, Mary, este fue un momento de desesperación que la dejó sin palabras.
Después de cuatro días en coma, Sarah fue gradualmente despertada y ahora se encuentra en proceso de recuperación. Sin embargo, ha quedado con daño permanente en sus pulmones. Sarah espera que su experiencia sirva como advertencia a otros jóvenes sobre los peligros del vapeo y les insta a no comenzar, ya que en su caso, solo lo dejó cuando su vida estaba en peligro.
La situación de Sarah ha llevado a los expertos a calificar el vapeo juvenil como una "emergencia sanitaria" que debe abordarse con urgencia. Las cifras recientes revelan que uno de cada cinco niños de 11 a 17 años en el Reino Unido ha probado el vapeo, un aumento significativo desde 2020.
El gobierno ha respondido a esta preocupación con propuestas que incluyen restricciones en sabores y descripciones de vapeadores dirigidos a niños, regulaciones para mantener los vapeadores fuera de la vista de los niños en las tiendas, y la exploración de aumentar los precios de los vapeadores para desalentar su uso por parte de los jóvenes.
Sarah Woolnough, de la organización benéfica Asthma + Lung UK, apoya estas medidas y destaca la necesidad de restringir la comercialización de vapeadores que atraen a los niños con precios accesibles y sabores atractivos.
A pesar de los riesgos asociados, el Profesor Chris Whitty, el Oficial Médico en Jefe de Inglaterra, reconoce que el vapeo puede ser útil para ayudar a los fumadores a dejar de fumar, aunque enfatiza que la comercialización de vapeadores o cigarrillos electrónicos a niños es "totalmente inaceptable".