Hace varios años, las monedas que circulaban en el país se acuñaban en metales preciosos como el oro y la plata, por lo que su valor nominal equivalía al que podía venderse el metal que contenían; sin embargo, con el paso del tiempo dejaron de fabricarse de esta forma y actualmente las monedas se acuñan en metales industriales. Esto ha hecho que coleccionistas paguen una gran suma por monedas que están fuera de circulación y este es el caso de las de un peso con la imagen de Benito Juárez.
Esta moneda ley 0.100 aparece el ex presidente Benito Juárez y en ella también se conmemora el centenario de la Constitución de México, fue acuñada en el país a lo largo del siglo XX y aunque carece de valor liberatorio; es decir, que ya no es aceptada como forma de pago, en plataformas de venta online se vende en más de 500 pesos actuales.
Cabe mencionar que no puede ser cualquier moneda, pues las que tienen mayor valor para los coleccionistas es la de plata que fue acuñada en 1957. En un lado tiene el rostro de Benito Juárez y al reverso el escudo nacional con las palabras: “Estados Unidos Mexicanos. Un peso, 1957”.
¿Cuál es el ciclo de vida de una moneda?
El Banco de México ordena la acuñación de la moneda a la Casa de Moneda de México, una institución del Gobierno Federal que depende de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Una vez que fue acuñada, se distribuye en todo el país a través de sus ventanillas.
A diferencia de los billetes, las monedas no son devueltas al banco para sustituirse por deterioro, así que cuando van a salir de circulación simplemente se retiran al ser recibidas en sucursales bancarias para su destrucción, esto ocurre cuando la moneda ya fue desmonetizada por decreto, o sea, cuando la Ley determina que deja de valer lo que indica su denominación.
Se destruyen por medio de fundición o por troquelación de líneas y marcas que borran los grabados originales del anverso y reverso. En el caso de las monedas bimetálicas se separa el núcleo y el anillo antes de ser destruidas.