Es muy común escuchar recomendaciones para el cuidado del cabello, pero a pesar de que es indispensable para mantener la salud del cuero cabelludo, en pocas ocasiones se habla de la importancia de tener los cepillos y peines impecables, por eso te mostramos cómo limpiar estos utensilios de forma fácil y eficaz, pues constantemente suelen llenarse de productos como cremas para peinar, gel, spray o residuos naturales por el uso constante.
Paso 1
Retira con cuidado los cabellos atorados en las cerdas, si no es posible hacerlo con las manos, el extremo de un peine puede ayudarte. Coloca la punta en la parte inferior de las cerdas y muévelo de un lado a otro hasta que retires todo el material no deseado. Evita usar lápices, picahielos, destornilladores o cualquier objeto punzocortante, lo único que harás será dañar tu cepillo.
Paso 2
Una vez que retiraste todos los cabellos atorados en las cerdas sumerge el cepillo en un recipiente con agua y jabón, también puedes usar shampoo para bebés o algún limpiador suave. Agita hasta que se forme espuma. En este punto es importante que pongas atención a su cepillo y elijas la mejor forma de lavarlo.
Cepillos plásticos o metálicos: Sumerge en el agua por aproximadamente tres minutos.
Cepillos de madera: Sumerge las cerdas sin mojar el protector, acabado podría dañarse.
Cepillos con protector de tela o suave: Sumerge las cerdas sin mojar el protector, en caso de que por un descuido el agua pase a zonas indeseables seca rápidamente con una toalla.
Cepillo para pelo rizado
En todos los casos deberás de usar una toalla para retirar el exceso de humedad. Si aún quedan restos en el cepillo prueba con este truco:
Necesitarás:
Agua
Un recipiente
Bicarbonato de sodio
Procedimiento
En el recipiente agrega una taza de agua tibia, mezcla con una taza de vinagre blanco y una cucharadita de bicarbonato. Revuelve los ingredientes perfectamente y sumerge tu cepillo o peine por unos cuantos minutos. Pasado este tiempo colócalo en el chorro de agua y notarás que residuos y polvo se cae fácilmente.
