Si eres fan de la serie de Netflix, The Crown, que está inspirada en la historia de quienes conforman la actual corona real británica. Seguramente tras el estreno de su última temporada, te quedaste con ganas de saber más sobre la boda del ahora rey Carlos III y su esposa, la reina consorte Camila Parker Bowles.
Aquí te contamos todos los detalles de este polémico romance y la boda secreta de Camila y Carlos, que no fue para nada una típica boda de ensueño, como la anterior boda de Carlos con Lady Diana.
La polémica historia de amor de Carlos y Camila
Se conocieron en 1970 y desde el primer momento se enamoraron, comenzaron a salir y su conexión siguió creciendo hasta que la Reina envió al entonces príncipe de Gales a la marina, con el fin de distanciar a Carlos de Camila, ya que no era considerada apta para el trono, puesto que a que esta había tenido romances conocidos con anterioridad.
Lo que ocasiono que Camila se casara con Andrew Parker Bowles, quien había sido su novio tiempo atrás. Al igual que Carlos, contrajo matrimonio en 1981 con Diana Spencer, que se convertiría en ese momento en princesa de Gales y la figura más recordada y querida de la realeza británica.
No obstante, aunque ambos estuvieran casados, seguían sintiendo el mismo flechazo del primer día, por lo que se especula que ambos tenían una relación a espaldas de sus parejas. Este rumor, se dice, fue confirmado por Diana en el libro publicado por Andrew Morton “Diana: Su verdadera historia”.
Hasta el divorcio de Carlos y Diana en 1996, la pareja seguía sin confirmar una relación, no fue hasta años después que en 1990 hicieron su primera aparición publica en el funeral de la Reina Madre, la abuela de Carlos.
Confirmando así su relación y aprobación por parte de la corona real británica.
La boda secreta de Carlos y Camila
Luego de muchos años y críticas por parte del mundo y la familia real, los actuales reyes se casaron el 9 de abril del 2005, a la edad de 57 y 58 años respectivamente, siendo Camila un año mayor que Carlos.
La boda se realizó fuera del ojo público y solo contó con la presencia de 28 invitados, en los que se encontraban amigos y familiares. Se casaron en una ceremonia civil en el ayuntamiento del Castillo de Windsor. A esta ceremonia asistieron los príncipes Harry y William; sin embargo, no contó con la presencia de la reina Isabel y su esposo.
Se desconoce el motivo por el cual la reina no acudió a la ceremonia, pero se sabe que sí estuvo presente en la fiesta de celebración del matrimonio.
