El baccarat es uno de los juegos de cartas más populares del mundo de baraja inglesa, junto con el blackjack y el póker. Apareció en el siglo XV en tierras italianas y, aun a día de hoy, es altamente practicado tanto en los casinos online como en los salones físicos. A continuación entraremos a repasar cuáles son las razones por las que esta práctica ha sobrevivido al paso de los años hasta llegar a establecerse como una de las actividades favoritas por parte de los usuarios, en especial, en el mundo de internet.
Entre los principales motivos por los que sigue siendo, en plena era digital, tan aclamado, está la presencia del baccarat casino en directo y con un crupier real al otro lado de la pantalla. De este modo, su práctica no está limitada a los horarios de apertura y disponibilidad de los establecimientos de antaño, sino que siempre que uno cuente con un dispositivo inteligente, como un celular o una computadora, se puede celebrar una partida de forma rápida y directa a través de la conexión a la red.
Sencillez
Una de las características de esta práctica es su alto grado de sencillez. Para empezar, se usan entre tres y seis barajas inglesas, cada una de ellas con 52 naipes de los cuatro palos diferenciados, y enfrenta a la banca con el jugador. El objetivo está en acercarse lo máximo posible al valor 9; cada mano está formada por dos naipes boca arriba y, dependiendo de los valores iniciales y siguiendo la norma establecida, se tiene que jugar una tercera carta. Por lo cual, la toma de decisiones es nula.
Además, dispone de un número de apuestas muy limitado que se reduce a tres: banca, jugador o empate. En las dos primeras, la recompensa es la misma que la cantidad jugada, con la excepción de que si uno se decanta por la banca o casa, hay un pequeño porcentaje de comisión. En el caso de decidirse que el usuario y el crupier terminarán firmando las tablas, el retorno suele ser de siete u ocho veces el saldo jugado. Al no ser el resultado más habitual, suele premiarse el riesgo más elevado.
En relación con la estrategia del jugador, en el baccarat es mínima en cuanto a la partida, pues todas las acciones se producen de forma automática, según marca la norma; pero sí que se pueden aplicar distintos métodos, en función de la gestión del crédito. Tres de los más comunes del mundo del casino, sobre todo de la ruleta, y que también se ven en esta actividad, son la Martingala, la Fibonacci y la d’Alembert. Una recomendación muy común es evitar ir a por el empate si se sigue alguno de estos modelos.
Prestigio
Este juego, ya desde sus inicios en territorio italiano, ha sido vinculado al prestigio y al lujo. Durante sus primeros años de existencia, fueron las clases más acomodadas de la sociedad las que lo hicieron suyo y esta sensación se ha mantenido hasta el día de hoy. En los casinos físicos del pasado solían reservarse salones VIP exclusivos para aquellos aficionados que jugaban grandes cantidades, algo que ha ayudado a crear la imagen a la que se vinculada actualmente. En especial, esto sucedía en establecimientos reconocidos y de fama mundial.
Más allá de la emoción y la sencillez, el baccarat irá por siempre ligado a la obra de Ian Fleming, padre de la famosa saga de novelas de James Bond, posteriormente llevada a la gran pantalla. Ahora se inicia una nueva etapa en el cine, con la primera mujer en dar vida al ‘Agente 007’, pero en el pasado ya se dejó ver al personaje famoso con esmoquin de color negro en mesas en muchos de sus filmes. Eso catapultó la popularidad de este juego, llegando a grupos de personas que desconocían de qué se trataba.