Una mujer de 69 años conmueve a miles de personas en internet al compartir su historia al salir a vender empanadas todos los días en su bicicleta.
Esta mujer es originaria de Paraguay y a pesar de su edad, todos los días sale a la calle a pedalear para complacer el paladar de las personas que todos los días esperan sus deliciosas empanadas.
Y es que parece tener un gran talento al hacer que tantas personas la busquen para comprarle, haciendo que su emprendimiento sea todo un éxito, cosa que no solo la hace feliz, sino que también la ayuda con algunos gastos.
María Marina Ramírez Torales es su nombre y ha expresado que tiene el deseo de poder seguir haciendo esto por mucho tiempo más, ya que verdaderamente disfruta de pasearse por las calles y hacer feliz a la gente con su receta.
Aunque en las últimas décadas, millones de personas se sienten orgullosos se sus títulos, esta abuelita ha demostrado que para ser feliz, no se necesita uno, pues cree que para ella vale más la felicidad que un título.
Sin embargo, no desprestigia el esfuerzo de quienes logran titularse, pues solo opina que hay muchas personas que no son felices ni consiguiendolo, a pesar de que se ve como sinónimo de la felicidad.
Cree que para esto, solo se necesita dedicación y cariño, pues de lo contrario, un trabajo se puede convertir en algo muy difícil de hacer, como ocurre con muchas personas en el mundo.
La historia de María
Esta mujer se levanta todos los días a las 2:00 am para empezar a elaborar sus ya tan famosas empanadas, pues no solo debe hacer la masa, sino también el relleno que tanto las caracteriza.
Confesó que ha notado que a las personas a las que les vende, prefieren consumir las empanadas cuando están calientes y recién hechas, pues así es como mejor saben.
Estas se han vuelto tan populares, que tiene que producir aproximadamente unas 200 empanadas diariamente, pero gracias a que lleva 37 años preperándolas, es bastante rápida.
La técnica que ha usado para venderlas, es pedalear, hasta instalarse en las esquinas de las calles para que las personas la puedan ver, y la gente que las compra asegura que no solo son las mejores, sino también tienen un precio accesible.
Las personas suelen amar tanto las empanadas que incluso se llegan a hacer filas de hasta 12 personas por calle, por lo que termina de venderlas de inmediato, de lo que se siente orgullosa.
Y es que algunas personas suelen comprar muchas, pues ya la conocen y saben que sus productos son garantía de calidad, hasta el punto en el que algunos le compran 25 empanadas.
“Esta bici la tengo hace 14 años, porque me robaron la que tenía y después de eso quedé muy mal. Esta bici me la regaló una señora, ya es viejita, pero anda todavía“, comentó la mujer sobre el medio en el que vende las empanadas para un medio llamado ‘Extra’.
Gracias a su trabajo, María pudo darle una vida digna a sus hijos, quienes en la actualidad ya están casados e incluso tienen hijos, además de que tienen sus propios trabajos.
Sin embargo, ella continúa vendiendo empanadas, porque es lo que más le gusta hacer, además de que piensa que es la mejor forma de sentirse productiva.
