Las proteínas son una de las variedades de alimentos que debemos incluir en nuestro día a día para mantenernos saludables y se pueden obtener de diferentes fuentes. De origen animal como el suero de leche, la clara de huevo, carne y caseína, aunque también las hay de origen vegetal como la soya, el chícharo, cáñamo, lentejas, alfalfa y quinoa, y aunque lo ideal es obtener la proteína de los alimentos naturalmente, también se puede obtener por medio de suplementos como la proteína en polvo. Te explicamos todo lo que debes saber sobre ellas.
De acuerdo con los diferentes sitios de salud y mundo del fitness la proteína en polvo es uno de los mejores suplementos alimenticios, pues ayuda a desarrollar los músculos, perder peso corporal y también ayuda a recuperar los músculos después de una rutina de ejercicio.
Este tipo de proteínas por lo general se mezclan con agua o algunas otras bebidas como leche y se toman antes o después de realizar alguna rutina de ejercicio. Incluso los atletas de alto rendimiento suelen tomarlas, pues las necesidades de proteínas que necesitan son mayores a las de una persona normal debido a la energía que gastan y al proceso de desdoblamiento, reparación y desarrollo muscular que tienen.
Cuáles son las ventajas de utilizar las proteínas en polvo
De acuerdo con un medio especializado en nutrición, una de las mayores ventajas de la proteína en polvo es la comodidad y la facilidad con la que se preparan pues resultan ser muy prácticas de transportar y preparar, se pueden hacer en un smoothie de avena o tomar solo al mezclarlo con agua.
Las proteínas en general tienen un alto índice de saciedad por lo cual ayudará a controlar el apetito que tengas durante el día, algo que resulta muy beneficioso en los planes de perdida de peso.
Cuáles son las desventajas de las proteínas en polvo
Aunque en general no hay ninguna desventaja al consumir proteínas en polvo, según indica el portal Fitpass, se puede generar un problema al alterar el régimen alimentario con las proteínas en polvo pues si se consume de manera excesiva y sin el asesoramiento de un nutriólogo o profesional de la salud puede traer algunas consecuencias al organismo.
Entre los problemas que puede causar están malestares como náuseas, calambres, fatiga, dolores de cabeza e hinchazón entre los síntomas más ligeros. Según indica el portal, también consumir en exceso este tipo de proteínas puede sobre exigir a los riñones y generar problemas a las personas con complicaciones renales. También puede aumentar la excreción de calcio, la deshidratación y el aumento de peso por el exceso de azúcares y aceites que contiene.