La caléndula es uno de los ingredientes más populares en productos para el cuidado de la piel, una de sus presentaciones más vendida en forma de pomada, se trata de una flor medicinal con muchas propiedades beneficiosas para el cuerpo que se ha usado desde la época de los egipcios para tratar enfermedades en la dermis.
Es también muy común en productos para el cuidado de la piel de los bebés, se encuentra presente en pomadas para prevenir o tratar rozaduras y en medicamentos para aliviar picaduras de insectos, gracias a que es delicada con la piel no produce efectos secundarios y es por eso que es tan recomendada.
La pomada de caléndula es muy económica y tiene una serie de usos muy variados, ya que puede ayudar a combatir casi cualquier problema de la piel, desde acné, por su efecto desinfectante y hasta la aparición de sarpullidos ya que es antiinflamatoria.
Si no se tiene algún problema en la piel también se puede usar para mejorar la textura de la misma, ya que también es hidratante y ayuda a reducir la visibilidad de los poros, además evita que se acumulen bacterias o suciedad y protege a la piel de la contaminación.
La caléndula es ideal para utilizar en temporada de frio ya que ayuda a la piel a mantener su humedad y evita que se vea afectada por los bruscos cambios de temperatura, también es perfecta para aplicarse después del depilado ya que bajará la inflamación y calmará la piel.