El tono natural de la piel suele cambiar con el paso del tiempo, pues además de la edad, intervienen factores como el estrés, nutrición, estilo de vida o situaciones de origen ambiental como la exposición al sol o a la contaminación, pero no todo está perdido, pues existen remedios naturales que puedes utilizar para lucir una piel resplandeciente. Aquí te decimos cómo blanquear la piel con una mascarilla casera hecha con miel y limón.
Ingredientes:
El jugo de ½ limón
1 cucharada de miel
Exfoliante
Procedimiento
1.- Uno de los pasos infalibles para recuperar el tono natural de la piel es la exfoliación, ya que esta nos ayuda a quitar los restos de piel muerta que le dan un aspecto opaco y oscuro al rostro. Lo ideal es que uses un producto especializado, ya que si usas cualquier otro ingrediente podrías causar microscópicas heridas que en vez de ayudar terminarán por empeorar el problema.
Aquí te decimos cada cuándo es recomendable exfoliar el rostro.
2.-Una vez que exfoliaste la piel lava y seca perfectamente. Mezcla la miel y el limón y aplica en todo el rostro evitando la zona de los ojos y deja que actúe por aproximadamente 15 minutos.
3.- Lava con agua fría para cerrar tus poros.
Precauciones con el uso del limón
Si vas a probar esta mascarilla o cualquier otra que contenga limón, lo mejor es que hagas este procedimiento durante la noche o bien que no salgas al sol inmediatamente después de tu tratamiento, pues el limón sobre la piel propiciará la aparición manchas.
Nunca apliques esta mascarilla si tienes problemas de piel como dermatitis, lesiones o zonas enrojecidas. De igual forma deberás de tener precaución si tu piel es muy sensible, el jugo de limón podría producir ardor.
Para lograr mejores efectos y al mismo tiempo prevenir, usa protector solar todos los días, existen diferentes tipos que se adaptan a tu tipo de piel, por ejemplo si tienes tendencia al acné, busca uno libre de aceites o matificante.
