Fumar es un mal hábito, eso no es nuevo para nadie, los efectos negativos del tabaco en la salud son muy conocidos y son la motivación de muchos para dejar de fumar, pero más allá de lo que causa a nivel interno, esta sustancia también afecta de manera visible en la piel.
La piel es un reflejo de la condición del cuerpo, es por ello que los efectos negativos del cigarro son más evidentes en la parte externa, además de que fumar bloquea el flujo sanguíneo privando a la piel de oxigeno, esto se ve especialmente en la piel del rostro que es mucho más delicada y delgada que la del resto del cuerpo.
Una de las consecuencias más evidentes de fumar según la dermatóloga estadounidense Papri Sakar es el envejecimiento prematuro debido a que el humo de cigarro causa la formación de estrés sobre los radicales libres, esto causa que disminuya la cantidad de colágeno de la piel.
Otro de los problemas que ocasiona el cigarro es que la piel se vuelva mucho más sensible a los rayos UV lo que provoca una disminución de elastina esto hace que la piel se vea flácida, además que debido a la extrema sensibilidad a la luz solar las manchas e hiperpigmentación pueden aparecer y en el peor de los casos esto puede volver al fumador mucho más propenso a desarrollar cáncer de piel.
Los labios también se ven afectados por el cigarro de muchas maneras, en primer lugar los labios se oscurecen por el calor que emite el cigarro y por la oxidación que provoca el humo, pero además propicia la aparición de líneas de expresión debido a la repetición de movimientos de succionar y soplar.