Cómo hacer una pasta de dientes casera es mucho más sencillo de lo que parece, pues bastan cinco ingredientes para elaborar este básico de salud higiene. Si bien los ingredientes son fáciles de conseguir, hay que analizarlos bien para evitar una alergia o que lastimen tu piel. Cabe mencionar que, las pastas hechas en casa pueden resultar una de las alternativas más sanas para tus dientes y boca, siempre y cuando se elabore con el cuidado correcto, de lo contrario, podría alterar el PH de la boca o dañar el esmalte.
Así que si buscas una alternativa natural para la pasta de dientes, he aquí los ingredientes ideales y cómo preparar dicho producto de higiene básica.
Ingredientes
Este ingrediente ayuda a eliminar bacterias y a prevenir infecciones, razón por la cual es el producto “estrella” de la pasta de dientes casera. Incluso, puede llegar a restaurar la flora intestinal desde la cavidad bucal.
El cacao es un ingrediente que ayuda a mineralizar los dientes con un efecto cero agresivo y provocando un mejor aliento. Además, elimina la placa bacteriana que se pueda llegar entre la encía y los dientes.
Bicarbonato de sodio
Los alimentos y líquidos que ingerimos con regularidad alteran el pH de la boca provocando un desequilibrio en ella. El bicarbonato es ideal para neutralizar la acidez de lo que se consume ayudando que la boca recobre su pH natural.
Aceite de menta
Los aceites no solo ayudan a que mejore el aliento bucal, sino a combatir la placa y la gingivitis que pueda formarse en la boca. El aceite de mente o lavanda son algunos de los más utilizados para la fórmula de la pasta de dientes casera. Cabe mencionar que aun con los efectos de este ingrediente, NO debes prescindir del hilo dental, el cual ayuda a eliminar los residuos entre dientes.
Cómo hacer pasta de dientes casera
Necesitarás:
1 cucharada de aceite de coco
1/4 de cucharada de bicarbonato de sodio
2 gotas de aceite de menta
1/2 cucharada de cáscara molida de cacao
1 recipiente
Hazlo así:
Coloca el bicarbonato, la cáscara molida de cacao y las gotas de aceite de menta en el recipiente y revuelve con una cuchara. Una vez que todo esté bien mezclado, agrega la cucharada del aceite de coco y sigue mezclando hasta que todos los ingredientes queden bien incorporados y listo.
Puedes tomar la pasta directamente del recipiente o guardarla en algún recipiente para futuras ocasiones en dado caso de que no la ocupes toda.