La caída del cabello es uno de los problemas más comunes con los que lidian tanto hombres como mujeres, si bien usualmente se trata algo que ocurre debido al paso del tiempo, también hay casos en los que se da en personas de edades variadas, por lo que los motivos pueden ser muchos.
Para poder tratar este tipo de condición, es necesario estar seguros de los motivos por los cuales está ocurriendo la pérdida de cabello ya que es común que ocurra sin que esté relacionado con alguna enfermedad o padecimiento, cuando se tiene una cabellera abundante es algo común que muchas veces no representa un signo de futura calvicie.
Algunos de los factores más comunes que ocasionan la perdida de pelo son tratamientos químicos (como son decoloraciones o tintes), uso de productos abrasivos e incluso el cepillado frecuente pueden ocasionar que la raíz del cabello se debilite, por eso es importante que antes de alarmarnos, revisemos nuestros hábitos y procuremos corregirlos para descartar una caída dentro de los parámetros de lo normal.
Las formas de saber si se trata de una condición más grave que amerite tratamiento, es consultando a un doctor el cual puede pedir que se realicen ciertos estudios (análisis de sangre, prueba de tracción, biopsia) para confirmar la causa del problema.
En el caso de que se trate de la primera opción, una caída de cabello normal y se busque detenerla o minimizarla, existen algunos remedios caseros que pueden resultar muy efectivos, así mismo, el cambio de hábitos de higiene puede ayudar a mejorarlo.
En caso de que se trate de un problema más grave existen algunos medicamentos que pueden ayudar a solucionarlo, pero en la mayoría de los casos es recomendable acudir al médico para obtener indicaciones especificas que se adapten a las necesidades de cada persona para que resulte mucho más efectivo.
Cabe mencionar que los tratamientos contra la caída del cabello suelen tener efectos secundarios que a algunas personas les pueden resultar incómodos, entre ellos la irritación e incluso disminución del deseo y función sexual, además, algunos de estos tratamientos no son aptos para todas las personas y su uso sin supervisión profesional puede resultar dañino.