Yahir es uno de los artistas que más éxito tuvo tras salir de La Academia, de hecho es uno de los famosos de la primera generación que inspiró a otros cantantes a participar en las ediciones posteriores del reality show de TV Azteca, pues con su talento no solo conquistó a los jueces, también al público y en la actualidad es muy reconocido en la industria del entretenimiento; sin embargo, pocos saben cómo era la vida del intérprete de “La locura” antes de saltar a la fama.
Cuando era muy joven, Yahir se negaba a tener un trabajo formal, así que no tenía dinero para pagar una renta y aceptó la propuesta de su amigo, quien le ofreció un espacio para vivir en la bodega de un edificio muy conocido en su natal Sonora. De acuerdo con el cantante, en este lugar en el que no pagaba renta comenzó a practicar temas musicales y cada noche salía a dar shows a bares locales.
“En esa etapa, yo no quería trabajar, me estaba poniendo mis moños, no tenía dinero (…) metimos las guitarras, música y más música, dormía en un colchón, un día llega mi amigo tempranito y me empieza a tocar la puerta de la bodega, me levanto todo lagañoso, todo despeinado y me dice: ‘Hay un casting acá arriba, para un programa que se llama ‘La Academia’’, o sea, en este momento hay un casting, yo no tenía regadera, le dije: ‘Espérame, deja voy a la casa de un amigo a bañarme y me regreso al casting’ y me dice: ‘No, no, vámonos de una vez, se va a acabar la fila y te vas a quedar sin casting’”, recordó el músico en entrevista con Gustavo Adolfo Infante.
En aquella entrevista, Yahir confesó que estaba muy desvelado y cansado debido a que una noche antes había dado un show en un bar, pero debido a la insistencia de su amigo buscó la forma de verse presentable para el casting, pero lo que tenía no era suficiente y se sintió intimidado al ver el empeño de otros asistentes al casting.
“Agarré una manguera, me enjuagué la cabeza, me enjuagué la cara, baño vaquero, me lavé los dientes y como yo tenía acceso a todo el edificio llegué por el sótano, empiezo a ver a la gente con guitarras, súper vestidos, producidos, iban a un casting, sabían a lo que iban, y no tenía idea, entonces me fui con mi camiseta de los Yankees, los jeens más desgastados, tenis, los veo a todos vocalizando, cantando increíble y yo dije: ‘Esto está muy grande para mí, no se va a hacer”, confesó.
Yahir recordó que a pesar de que pensó que no podía competir contra los otros candidatos continuó en la fila por insistencia de varios de sus amigos que conoció en el edificio y que faltaron al trabajo para apoyarlo en el casting.
“Todos los que trabajaban en ese edificio en ese entonces me impulsaron, me decían que lo hiciera, total, estaba formado, no tenía guitarra, ni nada, le pido una guitarra al que estaba atrás de mí, llego y me paro en el primer filtro: ‘Que te fuiste con ese infeliz, que importa, que importa’, bien nervioso (…) me dicen: ‘Qué haces aquí?, yo pues: ‘Vengo al filtro’ y me dicen: ‘Vete al segundo, pero córrele porque se va a acabar”, me pasó al segundo filtro y ahí van todos atrás de mí, todos los cuates dejaron de trabajar ese día”, recordó entre risas.
Yahir explicó que en ese entonces no tenía un ingreso formal y que el único dinero que ganaba era por sus presentaciones en bares, pero ya llevaba mucho tiempo acercándose a disqueras y al contárselo a Héctor Martínez, director de La Academia, él se molestó y lo trató muy mal.
“Me maltrató, me trató súper mal, porque yo trabajaba en los bares cantando, pero ya había grabado algunos demos, había mandado algunos a Warner, entonces me preguntaron si yo ya había hecho algo profesional y yo le dije que no, que nada más había trabajado en bares, había tocado en una feria de Tijuana… El Rosarito, Ensenada, que había hecho unos demos y estaba en contacto con Warner y me dijo: ‘Tú te crees mejor que los demás?, ¿Por qué tan creído?’, No sé si era parte del casting ponerme nervioso, pero sí lo logró, de hecho me dejó afuera del casting”, dijo.
La vida de Yahir cambió luego de que la producción decidiera invitar a más candidatos de Sonora a formar parte del proyecto, pues aunque él ya estaba fuera lo llamaron para integrarse a La Academia.
“Eran 15 y luego dijeron no, vamos a agarrar 17, agarraron a 17 y a mí me dijeron bye, esos 17 iban a venir a México, yo me quedo afuera, imagínate, todo el día ahí, bien agüitado, mis amigos echándome porras y a las dos semanas me hablan y me dicen… le hablan a los papás de Manuel Mancilla porque yo no tenía teléfono y le dicen: ‘Yahir está dentro de La Academia’”, confesó.