Wanda Seux fue una de las vedettes que en encantó al público en la década de los 70, cuando la mayoría de los cabarets, teatros y centros nocturnos tenían como espectáculo central números con bailarinas que solían usar llamativos vestuarios decorados con pedrería y plumas, pero lejos de los escenarios, la famosa vivió su propio drama familiar por su tormentosa relación con su hija adoptiva.
La famosa nació en Paraguay el 3 de enero de 1948, pero siendo una niña se mudó a Argentina, en donde comenzó su carrera como modelo, además se graduó como profesora de inglés. A los 18 años, Wanda Seux obtuvo un trabajo como bailarina de danzas árabes y era conocida como La bomba del barrio norte.
Su nombre verdadero fue Juana Amanda Seux Ramírez, pero comenzó a hacerse llamar Wanda por recomendación de un novio que la convenció de que su nombre real sonaba muy fuerte y cuando el productor Eber Lobato la vio bailar fue el inicio de su carrea como vedette.
A pesar de que desde ese momento, Wanda Seux estuvo bajo los reflectores, hay una parte de su vida de la que poco se conoce y tiene que ver con su hija adoptiva, quien en la actualidad tiene más de 50 años de edad.
En las pocas declaraciones que Wanda Seux hizo al respecto aseguró que cuando estaba en Argentina adoptó a una niña llamada María Florencia, esto debido a que vio que sus padres biológicos no la cuidaban bien y se la llevó a México.
“Yo la crié, vino a México, estuvo en las mejores escuelas de teatro, aquí”, dijo la famosa en una entrevista para el programa Sale el Sol, en la que sin dar muchos detalles confesó que la relación con su hija adoptiva se desgastó y terminó por terminar debido a que dijo que la famosa le era infiel a su esposo, el político Enrique Jesús Jackson.
De acuerdo con Wanda Seux, desde que su hija destapó al supuesta infidelidad ya no quiso volver a verla, así que preparó un viaje para llevarla a Argentina de regreso y nunca más volvieron a hablar: “Yo le dije a mi mamá: ‘Sacas el boleto de ida y vuelta para ti y esta niña se queda allá’”, dijo Seux al revelar que madre e hija tenían muchos conflictos antes de que decidiera que ella se iría de la casa.
Wanda Seux y su hija adoptiva nunca se reconciliaron, por lo que durante sus últimos años de vida, la vedette se dedicó a cuidar a su madre, quien murió en 2008 a causa de una infección de origen desconocido, posteriormente, la famosa adoptó y cuidó perros sin hogar, de hecho llegó a tener a más de 50 animales viviendo en su casa en la zona centro de la Ciudad de México. Murió en septiembre de 2020 acompañada de un de sus amigos.
