Sherlyn González siempre tuvo el deseo de convertirse en madre, la famosa compartió esto con sus fans en varias ocasiones asegurando que aunque aún no encontraba la persona correcta para cumplir este sueño, eventualmente lo haría, nadie se esperaba que cumpliera su promesa por sí sola cuando se sometió a un procedimiento para quedar embarazada de un donante, algo que es poco común entre las celebridades pero que fue muy aplaudido por sus miles de seguidores.
Tiene ya cerca de dos años que la actriz sorprendió al público anunciando que estaba embarazada, en su momento detalló que se sentía completamente capaz de convertirse en madre por su cuenta y que esto era su prioridad, más allá de si tenía una pareja sentimental estable o no, su deseo de tener hijos fue demasiado fuerte como para resistirse y decidió que estaba lista para dar ese paso tan importante.
Afortunadamente muchas personas son cercanas a la actriz, no solamente cuenta con una familia cariñosa que aceptó por completo su embarazo, también se ha rodeado de amigas del mundo del entretenimiento que la han apoyado en cada momento importante de su vida, incluido este, gracias a todo ese apoyo, fue qué pudo tener un embarazo tranquilo lleno de cariño.
Al respecto de su hijo han surgido infinidad de preguntas que ella ha contestado, una de las más interesantes para sus fans es la identidad del padre del pequeño, ella ha tenido que detallar que en realidad entre ella y quien resulta el padre biológico de André no hay ninguna relación y que simplemente se trató de un donador que ella eligió basándose en fotografías y en su salud física.
Por otro lado la actriz también ha contado a sus fans el método por el que quedó embarazada fue el de fecundación in vitro, esto con el esperma de un donante que como se mencionó no anteriormente, ella eligió de forma anticipada, este proceso es perfecto para quienes no tienen una pareja sentimental pero quieren quedar embarazadas pues resulta bastante sencillo.
Éste método tiene siete etapas, en la primera se monitorea y se estimulan los ovarios, posteriormente se retiran los óvulos más desarrollados, se inseminan y finalmente los más aptos y mejor desarrollados son los que se insertan en el útero materno, a partir de ahí el proceso es completamente natural y aunque en ocasiones puede fallar, en pacientes sin problemas de fertilidad la tasa de éxito es relativamente alta.