Issabela y Jaime Camil vivieron uno de los momentos más difíciles de su vida el 7 de diciembre de 2020 cuando su padre, el empresario Jaime Camil Garza, murió y aunque en un principio solo se trató de un rumor, no pasó mucho tiempo para que se confirmara que el deceso ocurrió a causa de una septicemia catastrófica, un problema de salud cuya tasa de mortalidad es muy elevada en todo el mundo.
Pocos días antes de que la noticia de la muerte de Jaime Camil Garza impactara al mundo empresarial y del entretenimiento, lo único que se sabía era lo que dijo Joaquín López Dóriga: “Mi querido compadre Jaime Camil Garza vive sus últimos suspiros. No soporta la sepicemia catastrófica que sufre. Les pido otra oración por él”, compartió el comunicador en Twitter.
¿Qué es la septicemia catastrófica?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la septicepmia catastrófica o sepsis ocurre cuando el organismo produce una respuesta inmunitaria “desbalanceada, anímala, frente a una infección”; es decir, que el sistema inmunológico del ser humano se sobrecarga al reaccionar de forma extrema frente a un agente infeccioso.
Este proceso provoca severos daños en tejidos, insuficiencia multiorgánica y en una gran cantidad de veces la muerte, de hecho, además está estrechamente relacionada con infecciones del sistema respiratorio, aparato urinario y la piel del sistema gastrointestinal.
Hay que mencionar que un choque séptico es un tipo grave de sepsis en el cual la alteraciones circulatorias y celulares o metabólicas son tan graves que incrementan el riesgo de muerte de manera sustancial.
La OMS calcula que cada año, aproximadamente 31 millones de personas sufren un episodio de sepsis y de estos, seis millones de pacientes no logran recuperarse y mueren. Uno de los factores que intervienen en la alta mortalidad es que con frecuencia, la sepsis pasa inadvertida o es diagnosticada de forma errónea, sobre todo cuando comienzan a presentarse los primeros síntomas.
¿Cuáles con los síntomas de la sepsis?
El pronto diagnostico puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte, por lo que hay que prestar especial atención a cualquier síntomas como problemas de respiración, frecuencia cardíaca rápida, dificultad para respirar, confusión o desorientación, dolor, molestia general, fiebre, escalofríos, piel húmeda o sudorosa acompañada de sensación de mucho frío.
Otros signos que pueden acompañar la sepsis son los vómicos o náuseas, reducción del volumen de orina, descenso de tensión arterial, somnolencia o pérdida de conciencia, por lo que al presentar alguno de estos síntomas es necesario acudir a consulta médica inmediata.
“Fue un poco de sorpresa para todos, la neta: ‘¿Qué? ¿Hospital? ¿Cómo? ¿Voy para allá? ¿Cómo que despídete por teléfono? ¿De qué hablas? ¿Qué está pasando?’”, dijo Camil en entrevista con el periodista Gustavo Adolfo Infante al recordar cómo fue cuando se enteró que su padre estaba a punto de morir: “Fue una cosa relámpago”, confesó.
Se sabe que esta enfermedad es especialmente peligrosa para niños menores de un año y adultos mayores de 65, además en el grupo vulnerable también se encuentran hombres y mujeres con afecciones crónicas como diabetes, enfermedad pulmonar, cáncer y daño renal, así como aquellas con sistema inmunitario débil y embarazadas.