Yeri Mua es una de las personalidad de internet más destacadas de los últimos años, la joven influencer que inició su carrera con videos de maquillaje, actualmente ha dejado esta faceta de lado y tras haber sido parte de un fuerte escándalo debido a su ex pareja, actualmente se ha mostrado transformada y nuevamente se ha ganado el apoyo del público.
Pese a que recibe ataques constantes en redes sociales debido a su personalidad extrovertida y extravagante, Yeri lanzó hace algunos meses una canción llamada ‘Chupón’ que se volvió viral en redes sociales y que, sin quererlo, desencadenó una relación con un popular streamer español llamado Cry, convirtiéndolos en el ‘ship’ más viral de TikTok.
Así comenzó la relación entre Yeri Mua y Cry
El creador de contenido que actualmente reside en Guadalajara, México, se ha concentrado en hacer críticas destructivas para su canal de YouTube, lanzó una al respecto de la canción de la influencer y pese a que fue muy agresivo con sus palabras sobre el tema de Yeri Mua, sorpresivamente ella reaccionó de forma tranquila y asegurando que Cry era guapo.
Esto comenzó a desencadenar una ola de respuestas entre ellos que el público vio como románticas, por lo que se les comenzó a relacionar de forma sentimental y ellos continúan con este juego a pesar de no conocerse todavía en persona, anunciando que pronto harán una colaboración juntos y emocionando a los fans de ambos que ya lo ven como el nuevo novio de la mexicana.
¿Quién es Cry y por qué es famoso?
Cry es un streamer español que se ha dedicado en años recientes a hacer reacciones honestas en YouTube y a jugar videojuegos en vivo y pese a no ser de los más populares, poco a poco ha ganado fama y a sus 24 años de edad, ha acumulado millones de seguidores en diversas redes sociales.
Tras verse relacionado con Yeri Mua, sus fans han ido en aumento de forma exponencial y actualmente el joven realiza transmisiones en vivo que pasaron de tener 5 mil espectadores a 17 mil, esto debido al fuerte interés que hay en su ‘romance’ con la famosa.
