Pablo Lyle se encuentra cumpliendo su condena en Miami, Estados Unidos, luego de ser declarado culpable por homicidio involuntario y recibir una sentencia de cinco años en prisión.
Fue el pasado 3 de febrero, cuando una Corte de Miami dio la noticia a Pablo Lyle, acompañado de su familia y amigos, en la corte de circuito del condado de Miami-Dade.
A más de dos meses de escuchar la sentencia, Ana Araujo ofreció una entrevista para la 'Revista Caras' y contó cómo ha sido este difícil proceso para toda la familia.
Quienes más han resentido la situación son Aranza y Mauro, hijos del actor mexicano, ya que fueron puestos al tanto de toda la polémica en 2019. Ana Araujo, esposa de Pablo Lyle, habló de esta situación para la 'Revista Caras' desde su casa den Mazatlán, Sinaloa.
“Cuando les dimos la noticia del veredicto de la sentencia, me sorprendió su respuesta”, dijo sobre los menores, quienes esperan ansiosos por ver a su padre fuera de prisión en los siguientes años.
"Mauro, mi hijo menor reaccionó diciéndole a Pablo: 'Papi, a lo mejor para el próximo mundial ya estamos haciendo el álbum juntos' o 'Papi, si vuelves en 2027, a lo mejor podrías llegar antes de mi cumpleaños número 12", dijo.
Los hijos de Pablo Lyle fueron llevados a terapia para sobrellevar este proceso, ya que Aranza "no podía dormir, tenía insomnio y miedos injustificados".
“Aranza, por ejemplo, tuvo una etapa un poco oscura, yo la veía pintar y exponía pesadillas, pero al final, estaba sacando todo lo que sentía. Fue un proceso de mucha paciencia, pero tenía que estar ahí para ellos”, dijo Ana.
Este es el estado emocional de los hijos Pablo Lyle
Ana Araujo confesó a la 'Revista Caras' que sus hijos ahora son conscientes de la situación de su padre, luego de pasar varios momentos de tristeza, enojo y desconcierto: “Hoy los dos son muy conscientes”.
“Mauro se molestó, pues aseguraba que su papá lo hizo porque nos defendió, tenía mucho coraje, sin embargo, conforme pasó el tiempo, él fue entendiendo mejor todo”, continuó.
Ahora es más difícil la comunicación entre padre e hijos, ya que en su previo arresto domiciliario había video llamadas y mensajes den todo momento. Sin embargo, el actor sinaloense ha sido muy honesto con sus primogénitos respecto a su situación.
“Pablo tenía un rastreador en el pie, pues no podía salir del departamento. Recuerdo entonces que Pablo le compró un reloj a Mauro y él se lo ponía en el pie, pues decía que quería tenerlo igual que él”, dijo.
"Antes había llamadas diarias y dos videollamadas a la semana. Ahora está en otra área transitoria", concluyó.
