Vicente Fernández se convirtió en uno de los exponentes de música ranchera del país, pues vendió más de 76 millones de discos y fue merecedor de cuatro Premios Grammy Latino, así como seis premios Billboard, por si fuera poco, el Charro de Huentitán también cuenta con una estrella en el Paseo de la Fama en Hollywood.
Tras su muerte trascendió que el cantante acumuló una fortuna de más de 25 millones de dólares, pues incursionó en diferentes ámbitos además de la música y la actuación. Cuenta con la Arena Vicente Fernández Gómez donde sean presentado artistas de la talla de Katy Parry y Los Jonas Brothers, además fundo el Grupo Fernández el cual está integrado por más de veinte empresas en diferentes ámbitos.
Pese a que el cantante acumuló una gran riqueza, lo cierto es que en un inicio tuvo una vida difícil y llena de carencias por lo cual tuvo que trabajar en diferentes oficios como mesero, pintor, entre otros para poder cubrir las necesidades de su familia, aquí te decimos en qué trabajo.
Don Chente como era conocido tuvo que abandonar la escuela desde muy temprana edad, pues a los 12 años comenzó a trabajar en el campo por orden de su padre en su natal Jalisco, ya que el dinero no alcanzaba para mantener a su madre y a sus hermanos.
Durante su adolescencia la familia del cantante se mudó a Tijuana donde de acuerdo con el libro escrito por la periodista Olga Wornat Vicente Fernández se dedicó a la venta de calzado, así como también se dedicó a ser bolero y albañil.
Lavar coches y atender a los comensales en diferentes restaurantes también se encuentran entre las actividades que realizó el cantautor de “Mujeres divinas” al inicio de su carrera, además fungió como pintor donde lo apodaban el “cuñado” y era solicitado por sus compañeros para que les cantara durante las largas horas de trabajo.
“Me la pasaba lijando las paredes, quedaba blanco hasta las pestañas y siempre cantando. Me decían, el ‘Cuñado’. En las mañanas, cada quien elegía a su estudiante y todos los pintores me querían a mí para que les cantara”, expresó en una entrevista para la Revista Quién hace unos años el Charro de Huentitán.
Poco después el cantante probó suerte en un concurso amateur en Guadalajara en el cual quedó en primer lugar, por lo que ganó confianza y comenzó a cantar en los restaurantes locales, así como en bodas de familiares y amigos hasta que fue descubierto mientras que tocaba en Mariachis de la región.