Maribel Guardia fue muy clara en el comunicado que compartió tras la muerte de su hijo, necesitaba tiempo y privacidad para procesar la noticia, de hecho, por esta razón impidió que personas ajenas a la familia entraran a su casa a despedir a Julián Figueroa; sin embargo, todo parece indicar que esta petición fue ignorada por Marie Claire Harp, quien tuvo acceso al funeral por su noviazgo con José Manuel Figuera.
Tras la confirmación de la muerte de Julián Figueroa, famosos buscaron por todos los medios a Maribel Guardia, pues querían acompañarla en su dolor, pero la instrucción fue clara y nadie que no fuera familia directa pudo entrar a la casa en la que velaron los restos del cantante.
Es por esta razón que muchos famosos se quedaron afuera de la propiedad, como Yadhira Carrillo y Lorena Herrera, quienes se conformaron con enviarle a Maribel Guardia un mensaje de apoyo a través de los medios de comunicación, pero quien sí pudo entrar fue Marie Claire Harp, conductora de Bandamax debido a que consiguió un permiso especial por ser novia de José Manuel Figueroa.
Justo después de entrar a la casa de Maribel Guardia, la conductora hizo una transmisión en vivo para contar detalles de lo que estaba sucediendo, pero aparentemente eliminó todo rastro de la grabación, ya que vio que de inmediato comenzó a recibir críticas.
Por el momento no se ha encontrado el video que compruebe que la conductora hizo eso, pero los conductores de Imagen Televisión afirmaron que esto fue cierto, incluso Gustavo Adolfo Infante detalló que Marie Claire afirmó que la familia estaba muy tranquila.
“Entra Marie Claire acompañando a José Manuel Figueroa y dicen, yo no veo ‘Bandamax’, que desde adentro empieza a transmitir Marie Claire ‘en este momento toda la familia está muy tranquila y Maribel esto’ y empieza a hacer una transmisión”, explicó Gustavo Adolfo Infante.
En ese momento interrumpió Alex Kaffie y la llamó "carroñera", ya que se le permitió el acceso como parte de la familia, no como prensa, ni conductora, algo en lo que Ana María Alvarado estuvo de acuerdo, pues recalcó que tuvo que respetar los deseos de Maribel Guardia.
“Y (dio) santo y seña, que sólo había café, que no habían comido, y luego las pizzas”, compartió Ana María Alvarado.