Meghan Markle y el príncipe Harry, quienes están en espera de su segundo bebé, han sido señalados en varias ocasiones por romper los protocolos de la familia real y la polémica se intensificó cuando anunciaron su salida, pero ahora, los duques de Sussex sorprendieron a todos con sus fuertes confesiones durante una conversación de dos horas con la famosa presentadora estadunidense Oprah Winfrey, a quien revelaron detalles íntimos de su relación con los otros miembros de la realeza y el racismo del que fueron víctimas.
El programa fue emitido en Estados Unidos y él que un periodista de la BBC calificó como “contenido explosivo, puro, revelador y enormemente dañino para el Palacio de Buckingham”, Meghan Markle y el príncipe Harry no dudaron en hablar de la dinámica de la familia real y cómo afectó a su salud,
Markle insistió en que llegó un punto en el que “ya no quería seguir viviendo”, acusó al Palacio de darle la espalda, pero uno de los puntos que desató la indignación de, público fue cuando explicó el racismo que se hizo presente cuando la pareja estaba a punto de convertirse en padres y el hecho de que no le dieran el título de príncipe a su primogénito.
En ese punto, la duquesa de Sussex, quien tiene ascendencia afroamericana, aseguró que cuando estaba embarazada algunos miembros de la realeza se reunieron para ponerse de acuerdo sobre lo que pasaría según el color de piel con el que naciera su bebé.
Oprah Winfrey preguntó si la preocupación de los integrantes de la realeza recaía en si el bebé “sería demasiado moreno” y los rasgos físicos que tendría, a lo que Meghan Markle dio una respuesta contundente: “Si esa es la deducción que estás haciendo, creo que es una bastante adecuada”, expresó.
Las declaraciones de Markle causaron asombró en la presentadora, por lo que preguntó a la pareja la identidad de quienes se reunieron para hablar sobre el color de piel de su hijo Archie, pero aunque ambos se negaron a responder, el nieto de la reina Isabell II confirmó la versión de su esposa con la frase: “Es algo que nunca voy a compartir públicamente. En su momento fue raro, me quedé un poco impactado”.
Por otra parte, el príncipe Harry insistió en que es un tema bastante doloroso, pues cree que ningún miembro de la familia real ha condenado los comentarios racistas de los que la duquesa de Sussex y su hijo han sido víctimas ni la cobertura mediática con toques racistas que se le ha dado a todos los temas relacionados con ellos.
Otra de las declaraciones de la duquesa de Sussex que desató la indignación del público fue aquella en la que insistió en que a su hijo Arque le negaron el título de príncipe por un acto racista por parte de la realeza británica e insistió en que esta decisión dejó desprotegido a Archie: “No iba a estar seguro, el primer miembro de color de esta familia no se le dio un título de la misma forma que a otros nietos”, expresó.
Por otra parte, algunos medios especializados en realeza aseguran que independientemente de los comentarios racistas, hay reglas claras que impiden que Archie obtenga el título de príncipe al nacer, sino hasta que el padre del príncipe Harry se convierta en rey.