Martha Higareda en el podcast que tiene con Yordi Rosado, “De todo un mucho”, contó varias anécdotas chistosas que ha tenido a lo largo de su vida, una de ellas fue la vez que debido a una mala ‘borrachera’ terminó vomitándole a Sebastián Zurita.
En el programa, los conductores hicieron una dinámica de “Yo nunca, nunca”, el conocido juego en el cual tienes que beber algo en caso de que hayas hecho lo que mencionan. Una de las tantas preguntas fue que si en alguna ocasión habían vomitado a alguien; Martha respondió que sí y que había sido Sebastián Zurita la persona que a la que vomitó.
De acuerdo con Martha, todo comenzó un día que él la invitó a una fiesta con sus amigos, ella llegó tarde y para ese punto, los amigos del actor ya estaban “enfiestados”, por lo cual a ella la empezaron a presionar para que tomara “shots” y los ‘alcanzara’.
“Ellos ya llevaban rato en la reunión y fue así de ‘shot, shot, shot’. Yo por eso no tomo, porque me mareo muy rápido. Ese día estaba muy sorprendida conmigo misma porque no me afectaba y yo así de ‘en mi vida había sabido que yo aguantaba tanto el tequila’”, relató la famosa.
El tiempo en la reunión comenzó a transcurrir y ella seguía como si nada, hasta que de pronto le pegó muy fuerte y se mareó. La velada apenas comenzaba pues se iban a ir a un antro; ella iba con Sebastián en su camioneta cuando le pidió que parara, pues tenía ganas de vomitar.
“En pleno periférico yo le digo ‘Sebastián abre la puerta porque me voy a…' y en eso vomito. Gracias a Dios no vomité encima de él, pero en la puerta, ahí en pleno periférico”, señaló.
Pero la historia no terminó ahí, pues Sebastián la llevó a su departamento, su hermana Miri la estaba viendo desde arriba y fue ahí cuando le intentó presentar a Sebastián, pero volvió a vomitar.
“Desde arriba nos veía a Sebastián y a mí y yo ‘Miri te presento a Sebastián’ y en el te presentó a Sebastián, él solo me movió tantito hacia una maceta y volví a vomitar”, contó la actriz de Cásese quien pueda.
Martha Higareda termina su anécdota contando que Sebastián ya quería dejarla en su casa pues era evidente que ella no se sentía bien, pero ella no lo dejó. Se metió a bañar y salió “reformada, en tacones y nos fuimos de antro”.
“Me dice Sebastián: ‘Nunca había visto a alguien emborracharse tan rápido, exorcizarse el borrachismo tan rápido, tan rápido estar lista y prendida para la noche”, concluyó.