Marjorie de Sousa y Julián Gil han protagonizado una de las separaciones más polémicas del espectáculo mexicano, pues a más de tres años de que decidieron cancelar su compromiso de matrimonio y tomar caminos separados, los actores siguen enfrentándose en los juzgados, primero por la pensión de Matías, su hijo en común, y ahora por la patria potestad del niño, quien nació poco antes de que anunciaran su ruptura en abril de 2017.
Todo comenzó en 2016 cuando Marjorie de Sousa y Julián Gil protagonizaron Sueño de Amor y se convirtieron en una de las parejas más populares de la televisión, pero unos meses después sorprendieron al público al anunciar que su romance había traspasado la ficción, por lo que era muy común verlos juntos en eventos públicos.
Ese año, ambos confirmaron que se convertirían en padres y aunque posaron para algunas revistas, tuvieron que separarse cuando la actriz cumplió seis meses de embarazo debido a que Julián Gil se fue a España para filmar Jesús de Nazaret: “Hoy la vida nos pone una prueba para ver de qué estamos hechos, sabemos lo duro que es separarnos aunque sea por un ratito, pero a la vez saber todo el amor que existe”, escribió el actor en ese entonces.
En octubre de 2016, Julián Gil le propuso matrimonio a Marjorie de Sousa y dos meses después fueron vistos juntos en un baby shower que colegas de ambos organizaron, sin saber que sería la última aparición pública de la pareja.
El 27 de enero Marjorie de Souza anunció el nacimiento de su bebé y como era de esperarse, ambos compartieron en sus redes sociales las primeras fotografías del niño, así como algunas imágenes en las que aparecían los orgullosos padres, pero ya existían rumores de una separación.
Fue unos días después cuando la actriz venezolana confirmó que estaban separados y en un comunicado pidió respeto por la situación familiar; sin embargo, solo fue el inicio de una larga batalla legal.
Además de una serie de declaraciones entre ambos, el conflicto entre ambos empeoró cuando el actor solicitó la reducción de la pensión alimentaria solicitada por Marjorie de Sousa que sobrepasaba los 11 mil dólares.
En las visitas a los juzgados, ambos se acusaron de violencia e incluso la actriz pidió al juez que se sometiera a Julián Gil a exámenes psicológicos y toxicológicos. En otra audiencia se declaró que el argentino tendría derecho a ver a su hijo únicamente en el centro de convivencia y en presencia de autoridades.
A casi tres años de la sentencia, Marjorie de Sousa volvió a causar polémica al hacer público su interés de quitarle la patria potestad del niño a Julián Gil, por lo que nuevas acusaciones los pusieron en el ojo del huracán, ya que el actor insiste en que fue amenazado para alejarlo de su hijo.