Lyn May siempre ha llamado la atención por su apariencia física, en los inicios de su carrera por tener una belleza sumamente particular y actualmente por los cambios en su físico que la han hecho lucir irreconocible, precisamente por ello, recientemente compartió su arrepentimiento por haberse sometido a procedimientos estéticos en su juventud.
La vedette, conocida por su participación en el famoso cine de ‘ficheras’, confesó que si no fuera por el apoyo de su madre, no estaría viva hoy en día debido a que, a muy temprana edad, se dejó influenciar y se sometió a inyecciones de aceite en el rostro, esto bajo la promesa de lucir mucho más bella.
Lyn May confiesa estar arrepentida de haberse sometido a ‘procedimientos estéticos’ cuando era joven
En una entrevista con Gustavo Adolfo Infante, Lyn May recordó cómo fue convencida para hacerse ‘arreglitos’ en su rostro, una decisión que tuvo consecuencias devastadoras, contando que fueron dos mujeres quienes la abordaron en un bar de la Zona Rosa y le prometieron que, con algunos retoques en sus pómulos y barbilla, se vería aún más hermosa.
“Estaba yo en el ‘Tropicana’ de la Zona Rosa cuando llegan dos mujeres, muy cariñosas. Tú sabes cuando quieren algo, te bajan el cielo: ‘Tú estás jovencita, pero si te haces los pómulos un poquito más grandes te vas a ver mejor y te vamos a poner tantito en la barbita y vas a quedar como reina’ y ahí está la babosa dejándose inyectar aceite”, relató Lyn May con mucho arrepentimiento.
Lyn May quiso quitarse la vida tras inyecciones de aceite en su rostro
Este tratamiento, sin embargo, resultó ser perjudicial y terminó desfigurando su rostro irreversiblemente, es por ello que actriz expresó su profundo arrepentimiento y reveló que este sufrimiento la llevó a pensar en el suicidio, pues ya no podía ni siquiera verse en un espejo.
“Llegó el momento en que me quise morir. No me quería ver en un espejo. Muchas veces cuando me veía en el espejo decía '¿Por qué? ¿Por qué?' y lloraba, ya no quería vivir. Y así estuve durante un mes, encerrada, sin salir. No quería salir. No quería nada. Empecé a quitarme (los efectos) poco a poco, pero era una cicatriz o una bolita (...) Olía a aceite como a medicamento. Eran, creo, aceites para la gripa. Estaban muy de moda. Todo mundo se lo ponía, pero qué bueno que fue aceite, porque si hubieran sido biopolímeros sí me muero”, contó la famosa.