Lorena Rojas fue una actriz y cantante mexicana que participó en telenovelas como “Ladrón de corazones”, “El cuerpo del deseo”, “Pecados ajenos” y “Tentaciones”, entre otras, pero cuando tenía 44 años de edad y una prometedora carrera perdió la batalla contra el cáncer dejando a una bebé que adoptó poco más de un año antes de su fallecimiento y a su esposo, el empresario Jorge Monje.
La actriz siempre quiso convertirse en madre, pero cuando acudió a realizarse unos análisis para asegurar que todo estuviera bien cuando se embarazara, los médicos encontraron algo extraño y tras varias pruebas le fue diagnosticado cáncer de mama.
En el 2015, Lorena Rojas decidió darle batalla a la enfermedad y se sometió a una operación en la que le extirparon un tumor de su seno, pero las noticias no fueron muy alentadoras tras la cirugía, ya que los médicos le indicaron que tenía un cáncer más agresivo.
“Hizo micrometástasis, o sea, no se logró alojar en ningún órgano del cuerpo, pero sí se necesitaba la quimioterapia”, manifestó en el programa Historias engarzadas el año 2014, mientras que El gordo y la flaca confesó que tenía miedo de lo que podría pasar: “Cuando te mencionan la palabra metástasis se te viene el mundo encima, esa fue la palabra que esperaba no escuchar, no sabes si viene más fuerte, si cada que sales te viene algo peor”, dijo.
El cáncer se extendió y afectó gravemente el hígado de la actriz, por lo que murió en Miami, en compañía de sus seres queridos, incluida su hija adoptiva y Jorge Monje, el empresario español con el que la famosa estaba casada.
Tras la muerte de la actriz, Jorge Monje quedó muy afectado y poco después fue encontrado muerto en su departamento en Miami. La policía indicó que el empresario de 42 años se encontraba en el lugar, sin huellas de violencia y con grandes cantidades de pastillas de diferentes fármacos, por lo que en primera instancia se investigó como suicidio, ya que trascendió que se encontraba en una profunda depresión.
La publicista Fabiola Angulo, quien era muy amiga de Jorge, aseguró en el programa Telemundo que él había estado ingiriendo alcohol desde que Lorena Rojas murió y que cayó en una profunda depresión cuando la hermana de su esposa se quedó con la custodia de Luciana, la bebé que habían adoptado poco antes del trágico desenlace.
La amiga del empresario aseguró que él le prometió que no se quitaría la vida, pero los resultados de la autopsia no fueron revelados en público.
Por su parte, la hermana de Lorena Rojas, quien actualmente está a cargo de la niña, aseguró que la actriz adoptó a Luciana sola; es decir que el empresario no tenía ninguna relación con ella, por otra parte, insistió en que nunca le prohibió verla, como se dijo.
“Nunca entendí qué demonios pasó con este cuate [Jorge] que se volvió la víctima en toda esta historia (…). Las puertas en México siempre estuvieron abiertas para que él viera a la niña, él jamás mandó un peso ni para las vacunas ni para su comida y la única vez que vino, inventó que no quise prestársela y lo traté mal”, dijo en diálogo con Univisión Entretenimiento.