Joy Huerta tiene uno de los matrimonios más sólidos de la farándula mexicana y no duda en hablar sobre lo maravilloso que ha sido compartir la vida con Diana Atri, con quien formó una familia con la llegada de sus hijos Noah y Nour, pero antes de llegar a este punto, la integrante de Jesse & Joy pasó por difíciles momentos, pues en un principio tuvo dudas de lo que sentía por su ahora esposa hasta que de la manera más extraña se dio cuenta de que la amaba.
En el programa El minuto de cambió mi destino de Gustavo Adolfo Infante, Joy Huerta explicó que cuando era pequeña iba a la iglesia con su madre y recuerda que había muchas mujeres que iban a rezar para que “Dios les mandara un marido”, algo que no le agradaba, pues consideraba que debían ser felices casadas o solteras.
La cantante aseguró en esa entrevista que en la iglesia, la mamá de un chico iba a rezar para que Dios le quitaran lo gay a su hijo y Joy pensaba que eran ideas equivocadas.
“Yo he tenido la grandísima ventaja de nacer en la generación que nací, en el tiempo en el que me tocó, que no crecí viendo ese taboo. Me acuerdo que había una persona por la que también oraban, y era increíble, porque era un hombre al que llamaban afeminado, y su mamá le pedía a gente de la iglesia que oraran por él para que Dios le quitara lo gay. Yo decía, ‘pero ¿por qué’”, continuó.
¿Cómo supo que estaba enamorada de Diana?
La cantante dijo que no se había declarado homosexual cuando conoció a Diana Atri y le tomó tiempo darse cuenta de que lo que sentía por ella era amor: “Cuando me pasó no lo vi venir, voy a ser honesta, yo me enamoré de Diana y me tomó tiempo entender que yo estaba enamorada”, señaló.
Joy Huerta confesó que tenía fuertes sentimientos por Diana Atri, pero no se había dado cuenta de que era amor hasta que alguien hizo un chiste homofóbico: “Yo dije: ‘¡Eso que estoy sintiendo... es eso! Estoy enamorada de Diana’”, confesó.
Según Joy Huerta, después de saber esto no volvió a ver a Diana Atri igual, pero fue hasta semanas después que hablaron sobre sus sentimientos y decidieron darse una oportunidad.
“Recuerdo cómo tenía las mariposas en el estómago y yo sentía que ella también. Platicamos, le dije que me estaba enamorando y ella también y fue un silencio como de dos horas. Ella se tuvo que ir, y nos quedamos con esa información hasta que ya dijimos: ‘bueno, gracias a Dios vivimos en la época que vivimos, veamos qué pasa. Y de eso, este año se cumplen 11 años”, dijo.