Kassandra Jones, una joven de 28 años vendió sus óvulos para pagar su maestría en Nutrición después de enfrentarse a deudas imposibles de pagar, y terminó ganando el doble de lo que necesitaba.
Para nadie es un secreto que la economía a nivel mundial se ha enfrentado a grandes desafíos en los últimos años, por lo que algunas cosas que anteriormente se podían
costear sin mucho esfuerzo, actualmente se han vuelto un lujo.Cuando se habla de estudios, la vida puede presentar diferentes adversidades, y ser un estudiante de universidad no es nada sencillo al tratar de mantener un equilibrio entre darle prioridad a lo que ocurre en la escuela y la situación económica familiar o personal.
A pesar de que en muchos países, asistir a una institución académica, puede ser “gratuito”, en muchos otros es bastante costosa, esto, sin importar la relevancia o peso que se le pueda llegar a dar a las personas becadas o simplemente al determinar los recursos necesarios para poder aprender de una forma ideal.
Por ello, Kassandra Jones, una joven de 28 años de Nueva York, Estados Unidos, se encontraba muy preocupada por poder continuar sus estudios y al tener la necesidad de pagar su maestría y no recibir apoyo por parte de sus padres desde 12 años antes de que esto ocurriera, se vio en la necesidad de hacer algo que no siempre todas consideran.
Lo primero en lo que pensó la joven fue encontrar una beca a la que pudiera postularse y esperar a ser aceptada; sin embargo, sus planes no resultaron de la forma en la que ella lo deseaba, pero al estar determinada a continuar con sus estudios, se vio obligada a pensar en otras opciones.
La joven ya tenía una deuda en la universidad de aproximadamente 24 mil dólares, por lo que la única forma en la que podría pagar esto, sería a través de mucho trabajo; pero se le presentó una oportunidad única que cambiaría todo.
Una institución de fecundación in vitro, le pagaría una gran cantidad de dinero si ella estaba dispuesta a vender sus óvulos y fue así que logró pagar su maestría en Nutrición, no solo cubriendo la deuda que tenía, sino también un extra de casi el doble de la cifra con la que estaba endeudada.
Fueron 50 mil dólares los que Kassandra ganó y una vez que se enteró, se sorprendió de escuchar la noticia: “Escuchar esa cifra de dinero en voz alta me deja casi sin aliento. Realmente no tenía otra opción. Desearía que no fuera solo para mi matrícula. Desearía que ese dinero fuera para el pago inicial de una casa o para poner en marcha mi propio negocio“, expresó.
Sin embargo, no todo es perfecto, pues se enfrentó a posibles problemas que le podría causar en su futuro, como infertilidad, pero no fue algo a lo que le diera importancia ante la desesperación que sentía.
Además presentó algunos problemas en el proceso, ya que tuvo que ser bastante disciplinada y soportar algunos síntomas: “Todo el proceso en sí requirió mucho trabajo. Tuve que aprender a ponerme inyecciones. Había mucha presión e hinchazón en la parte inferior de mi abdomen, dolor por calambres que me dificultaba caminar, pararme, sentarme o reír“, reveló sobre lo que vivió.
Aunque muchas personas de su edad criticaron la decisión que tomó, reveló que muchas personas de su edad que han estado en la misma situación entienden lo que pasó y son las generaciones mayores quienes la han juzgado principalmente: “La gente de mi edad lo entiende. Las generaciones mayores no tienen idea de cómo se siente esto con las nuevas circunstancias que tenemos que soportar“, comentó.