Uno de los comediantes más queridos en México, Jorfe Ortíz de Pinedo ha destacado durante muchos años en el mundo del entretenimiento y espectáculo gracias a su amplia experiencia y trayectoria, además del talento que muestra frente a las cámaras.
A pesar de ello, y de simular que todo es perfecto en su vida, la realidad es que sufre de una grave enfermedad que le ha dejado muchas consecuencias en su vida diaria, entre la que destaca su rutina para poder trabajar en la Ciudad de México.
Es bien sabido que vivir en una ciudad no es lo más saludable ni lo más recomendable para nuestros órganos, especialmente cuando se trata de nuestros pulmones, pero hay algunas personas que particularmente se enfrentan de una manera distinta ante la contaminación de la tan famosa CDMX.
El actor ha hablado en distintas ocasiones de lo mucho que se arrepiente de haber abusado del consumo de cigarro durante más de 50 años, pues debido a ello, tuvo que cambiar su estilo de vida de vivir en la CDMX y tener que cambiar su vida entera a Acapulco; sin embargo, su trabajo le ha impedido permanecer del todo en el estado de Guerrero, por lo que junto a especialistas ha creado una forma bastante creativa y segura en la que puede respirar sin riesgo al regresar.
Fue en el año 2019, que el actor reveló que una de las razones más importantes por las que no puede vivir en la ciudad es la altitud que hay en ella, lo que le causa un grave problema de salud. “Yo tengo una condición física un tanto extraña. Tengo EPOC por haber fumado 50 años de mi vida. No fumen, se los recomiendo de todo corazón. No hagan caso a la publicidad de los cigarrillos, que no los inviten. Es una adicción tremenda y gravísima. Yo fumé y casi me muero”, expresó en una entrevista.
Al actor le hacen falta dos pedazos de pulmón, pues se los quitaron a causa de su enfermedad, por lo que asistir a la Ciudad debe acudir con un concentrador de oxígeno que lo auxilia en caso de que su respiración comience a agravarse.
“Me faltan dos pedazos de pulmón que me quitaron, entonces a mí no me conviene estar en la altitud de la Ciudad de México, 2,250 metros sobre el nivel del mar, es muy duro para mí porque hay menos oxígeno”, comentó.
¿Cuál es su rutina?
Para Jorge el pasar un día entero en la ciudad representa un riesgo muy alto, pues solo tiene permitido pasar de 3 a 4 horas sin su concentrador de oxígeno, ya que debe conectarse por lo menos 17 horas al día.
Aunque el actor vivió durante su juventud en La Lagunilla, no podrá volver a hacerlo, por lo que lo único que le queda es recordar esos momentos con mucho cariño
“Vivo en Acapulco, entonces, lo que hago es venir a la Ciudad de México, grabo y me regreso los fines de semana. Viernes, sábado y domingo estoy en el puerto para que me favorezca el nivel del mar y para que mis pulmones se refresquen. Vengo tempranito los lunes a trabajar, y así me la he pasado para poder respirar un poquito mejor”, fue lo que mencionó el comediante.
