Joan Sebastian fue uno de los cantantes más importantes de la industria musical mexicana, el famoso dejó un legado invaluable y gracias a su talento y dedicación, logró ganarse el cariño del público y con ello, éxito en su carrera, es uno de los artistas más consumidos y su música aún genera ganancias, por ello no es de extrañarse que el cantante se diera una vida repleta de lujos en vida, especialmente invirtiendo en propiedades, siendo la más destacada la residencia que tenía en Cuernavaca y que pasó a ser de su hijo Julián Figueroa.
Aunque el famoso fue un apasionado de la arquitectura y tuvo varias residencias a lo largo de su vida y conforme iba triunfando, el llamado ‘Rancho Las Palmeras’ siempre fue su mayor orgullo, por dentro y por fuera es similar a una mansión, aunque el cantante destacaba por su sencillez y carisma, esta residencia revelaba que también podía ser un hombre refinado y de gustos costosos pues cada objeto en la residencia es sumamente valioso, incluso los que son solo de decoración.
Este ya era un rancho existente, pero Joan Sebastian junto con un equipo de arquitectos lo remodelaron para que luciera nuevo, conservando parte del diseño original pues el estilo colonial que tenía lo hacía destacar por completo y era algo que al cantante siempre le encantó, una de las razones justamente por la que eligió esta propiedad tan peculiar de la zona, en muchas ocasiones lo mostró a la prensa pues estaba orgulloso del lugar en el que vivía.
Algunas de las amenidades con las que contaba era con amplios espacios, las habitaciones están decoradas con muebles enormes pues el espacio de cada una lo permitía, en la sala de estar hay una sala en color blanco frente a la chimenea, junto esta se encuentra el comedor el cual está compuesto de una enorme mesa de cristal para 8 comensales.
Tiene una enorme piscina pues el clima permite su uso casi todo el año, además también cuenta con su propia caballeriza pues es algo que a Joan le apasionaba, amaba los caballos y no podía faltar esto en su casa, la extensión de la propiedad es de 8,500 metros cuadrados por lo que le sobraba espacio.
En un video en el que dejó ver el lugar , el cantante reveló que la casa la hizo para que la heredara su hijo y justamente así fue, Julián Figueroa pasó a ser el dueño del rancho.
Se sabe que Julián Figueroa siempre quiso conservar la idea de su papá y nunca hizo grandes cambios en la construcción, pues sabía lo especial que era para Joan Sebastian y le gustaba recordar así al músico.
“Es un lugar donde me gusta relajarme, armar la bohemia con mis amigos, y pues reflexionar. Algo muy bonito de esta casa es que está llena de paz, de mucha tranquilidad. Este lugar lo utilizo para componer mis canciones”, es lo que expresó el hijo del famoso al respecto de la casa.