Jessica Jacinto, una modelo con síndrome de Down se encuentra rompiendo los estereotipos de belleza, pues con 22 años ya ha desfilado para importantes casas de moda de fama internacional, esto es todo lo que necesitas saber sobre su historia.
Según reportan diferentes medios, el camino del modelaje para la joven comenzó a los 14 años, cuando un certamen de belleza para personas con síndrome de Down le hicieron una invitación para que se uniera; la convocatoria les pareció interesante tanto a ella como a su mamá, para probar cosas diferentes y aceptaron.
Fue justamente en el podcast de Asperger en el cual Yanira Faride, quien es madre de Jessica, explicó cómo fue que inició su carrera en el modelaje. “Todo comenzó por un Miss Down al que la invitaron. Lo tomé como una experiencia para ella, pero vi que en la tarima modeló si haber tenido clases, ni ningún tipo de experiencia y se desenvolvió muy bien”, dijo.
Jessica también confesó en entrevista retomada por el medio Upsocl que el modelaje es su verdadera vocación, pues para ella es como estudiar algo que verdaderamente la apasiona. “Para mí ser modelo es como estudiar una carrera que te gusta, que realmente te apasiona”, dijo.
“Y aunque no lo creas, se necesita dedicación e innovación para mejorar. En el momento en que estoy en la pasarela, me convierto en otra persona. Es casi como si alguien más dentro de mí saliera de repente. Me siento empoderada”, continuó.
Jessica Jacinto también se ha convertido en una influencer de las redes sociales, pues a través de su cuenta de Instagram comparte diferentes fotografías en las que muestra su trabajo como modelo: mientras camina por la pasarela, en una sesión de fotos, o mientras se prepara para modelar.
“Una chica con síndrome de Down. Rompiendo estereotipos, sin límites. Yo si puedo” se puede leer en la biografía de su perfil en el cual cuenta con poco más de 45 mil seguidores.
La modelo también es brigadista especial de la Cruz Roja, por la cual a través de sus redes sociales también comparte algunas de sus labores mientras ayuda a la organización.
“Ser brigadista de la Cruz Roja fue una experiencia muy bonita y educativa, de la cual me siento muy orgullosa. El proyecto me demostró que podía hacer todo lo que me propusiera y que podía realizar varias actividades. Es por eso que estoy en una academia de baile y en patinaje” expresó para un medio internacional.