Irina Baeva es una de las actrices más destacadas de la industria del espectáculo, la famosa además de talentosa es considerada hermosa, su origen ruso es evidente en su apariencia, tiene una cabellera rubia natural, ojos azules y ha trabajado por lograr una figura torneada, se podría decir que cumple a la perfección los estándares de belleza, pero a pesar de esto, la famosa ha revelado un trauma de su infancia con respecto a su apariencia física, esto durante una entrevista en el programa ‘Pinky Promise’.
Baeva fue entrevistada junto a Michelle Renaud, en el programa de tocaron muchos temas divertidos, desde sus inicios en las telenovelas y hasta los mejores y peores besos que han recibido en pantalla, pero también tuvieron en espacio en el que expresaron cómo se sentían con relación a las fuertes exigencias de belleza en la industria.
Michelle Renaud detalló que ella sentía que no estaba aceptando su verdadera belleza al seguir con los implantes de busto, esta cirugía se la realizó debido a que se sentía insegura de su figura ‘plana’ pero recientemente y tras verse afectada en temas de salud, prefirió revertirlo y parece completamente feliz de haber tomado esta decisión.
Por su lado Baeva detalló que en Rusia, ella ha notado cómo las personas cada vez recurren más a las cirugías plásticas para cambiar su apariencia, aseguró que ahora todos lucen idénticos pues se hacen cambios que están de moda y esto le parece muy extraño, algo que ella definitivamente no haría, expresó que prefiere amarse y aceptarse como es.
El comentario que afectó el autoestima de Irina Baeva en su infancia
La famosa tuvo oportunidad de compartir un trauma que le dejó un familiar lejano, justamente en lo que respecta al tema del amor propio, pues la comparó con su hermana mayor, narró que durante una visita a su casa le comentó a su mamá que sus hijas eran muy bonitas, pero que la grande era más bonita que la pequeña, refiriéndose a Irina.
La actriz aún no ha podido sacar ese recuerdo de su mente, asegura que nadie lo recuerda más que ella pues le afectó profundamente, tenía tan solo 10 años cuando esto pasó y desde entonces ella se aceptó como la hermana fea o como ella misma se describió: ‘La fea de la familia’.
A partir de esto, ella reveló que comenzó a adoptar la idea de que al no ser bella, debía al menos ser buena persona para tener cualidades positivas y aunque actualmente su confianza ha aumentado y nunca realmente se comparó con su hermana, pues la adora, esto es algo que recuerda con claridad.