Héctor Sandarti, conductor, actor y cantante guatemalteco fue el invitado más reciente del programa de entrevistas de Youtube de Yordi Rosado, en el cual narró diferentes momentos de su vida: uno de los más fuertes fue el secuestro que vivió en el 2001, cuando apenas iniciaba su carrera en el programa Vida TV.
El guatemalteco narra que un productor lo invitó junto a Galilea Montijo a hacer una obra de teatro. Cuando se dirigía a una primera lectura de esta tomó su automóvil salió de su casa y se bajó en una librería a engargolar el librero cuando lo abordaron unos sujetos armados.
“Se acerca un tipo, me pone una pistola y yo soy muy cagado y como en las películas levanto las manos me dice 'pendej* baja las manos' y yo 'Pues es que así sale en las películas señor'. Me quitan todo y me meten a mi coche” cuenta.
Cuando lo suben a su coche comenzaron a preguntarle quien era, dónde vivía, si tenía familia al igual que le quitaron sus tarjetas de débito y crédito que llevaba consigo. Al mismo tiempo comenzaron a insultarlo y amenazarlo para que no hiciera nada. Él todo el tiempo permaneció agachado y dijo no les dio motivos para que lo golpearan.
En algún punto su coche se quedó sin gasolina y lo pasaron a otro, pero en la cajuela; en ese momento él se dio cuenta de que se equivocaron de sujeto, por lo cual comenzó a preocuparse.
“Me meten a la cajuela y me empiezan a dar de vueltas y vueltas. Hubo un momento en el que yo no sé porqué por los ruidos que escuchaba y por el movimiento del auto yo dije: 'estos cuates acaban de apagar el coche y lo van a aventar por un barranco' y aquí de donde me agarró. Se prendió el coche, según yo sin que nadie lo hubiera prendido y solo estaba esperando el trancazo” comentó.
Esto no sucedió y cree que estuvo en la cajuela del auto de dos a tres horas hasta que llegaron a una casa de seguridad de la organización delictiva que por lo cual pudo percibir estaba en obra negra.
“Me suben a un segundo piso había un poco de calor, yo creo que habrá sido por una zona en Cuernavaca. me acuerdo que había un catre, ahí me ponen y entonces llegan dos tipos a decirme ‘tranquilo cabrón, no hagas ninguna tontería, hoy pasas la noche aquí con nosotros. Estamos armados’” narró.
Sandarti cuenta que comenzó a hablar con los secuestradores quienes efectivamente se dieron cuenta que no podían negociar nada con él. Esa noche durmió ahí y según cuenta fue el sueño más profundo que tuvo n su vida.
Al día siguiente llegó el jefe a negociar su libertad y le marcaron a Dalilah Polanco, quien es su mejor amiga para ver si podían negociar un poco de dinero.
“Le marcan a Dalilah: ‘Dalilah tenemos a Héctor Sánchez Sandarti secuestrado’, ‘Ay pepino no seas pendej* gü*y y les colgó el teléfono’, entonces el secuestrador dijo ‘Este pobre, ni su mejor amiga lo quiere, no respondió por él. Libérenlo’. Dalilah no lo sabía en ese momento, pero me salvó la vida. Porque no creó un vínculo de negociación. Cerró la única posibilidad de negociación que tenían ellos”, dijo.