Gabriela Spanic participó en Miss Venezuela en 1992, lo que le sirvió como plataforma para incursionar como actriz y al poco tiempo se ganó algunos papeles en telenovelas venezolanas; sin embargo, su carrera tomó gran fuerza cuando fue elegida para protagonizar La Usurpadora, una historia de Televisa para la cual tuvo que interpretar a dos hermanas gemelas, lo que representó un reto en su trayectoria, pero la catapultó a la fama internacional.
A pesar de que la actriz venezolana considera que “fue una bendición” haber sido elegida como protagonista, hace poco reveló que hubo momentos de tensión y estrés detrás de cámaras, pues su acento no era del agrado de la reconocida Beatriz Sheridan (1934-2006) , quien se encargó de la dirección del melodrama.
“Al principio no fue fácil, en Venezuela tenemos un acento muy particular, muy costeño, como el veracruzano, nosotros no pronunciamos las ‘s’. Ella me gritaba con su voz ronca: ‘¡Gabriela, ese acento!’. Me pusieron a trabajar con Adriana Barraza el acento, tuve la oportunidad de trabajar con ella, la amo con toda mi alma”, comentó.
Gabriela Spanic confesó que las exigencias llegaron a tal grado que en varias ocasiones lloró en el set de rodaje, pues a pesar de que trabajó para cambiar su acento, Sheridan no estaba conforme con su estilo.
“Yo ponía de mi parte, yo me escuchaba bien, creía que lo estaba haciendo bien, pero me enseñó muchísimo”, comentó en entrevista para TLNovelas.
El productor de La Usurpadora, Jesús Najera, confirmó la versión de la actriz y relató que fue muy difícil para ella llegar al tono que le pedía la directora.
“Ella tenía muchos nervios, ella trabajaba con muchos nervios además de que Beatriz Sheridan le exigía mucha dicción, por eso que muchas veces la notamos en pantalla exagerada”, explicó.
