El Santo fue uno de los luchadores del país más reconocidos a nivel mundial, pues no solo fue campeón en más de una ocasión, sino que además estuvo en varias películas e incluso tuvo su propia historieta.
El luchador, fiel a la tradición de los luchadores mexicanos, mantuvo su identidad en secreto, hasta que fue traicionado por un amigo cercano, quien escribió su nombre en la contraportada de la historieta.
Se trató de José Cruz, el escritor y caricaturista que creó la versión animada del mítico “Enmascarado de Plata”, quien tras un malentendido con el luchador decidió publicar su nombre en el comic, lo que obviamente llevó a un pleito legal entre ambos.
“Mi papá inocentemente va con José Cruz y le cuenta (Que Televisa le ofreció hacer una nueva historieta). Él se ofende y al siguiente número en la contraportada de la historieta del Santo pone una leyenda que dice: ‘Esta revista: Santo, El enmascarado de Plata, no tiene nada que ver con Rodolfo Guzmán Huerta’ y lo desenmascara. Él es el que da a conocer su nombre”, contó su hijo en entrevista con Yordi Rosado.
La cosa no terminó ahí, pues José Cruz, decidió tomar aún más venganza contra el luchador y debido a que lo conocía y tenía fotografías de él, decidió hacer una caricatura en la que le aumentó edad, lo puso calvo e incluso hasta le puso arrugas, para ‘ridiculizarlo’ ante el público.
Debido a esto, Rodolfo Guzmán Huerta, acudió a varios programas de televisión donde se levantó la máscara hasta la mitad y aunque Sergio Sarmiento y otros periodistas no congelaron la imagen, hubo uno que sí lo hizo.
Así fue el día que Jacobo Zabludovsky ‘desenmascaró’ a El Santo
Se trató de Jacobo Zabludovsky, quien tuvo como invitado a El Santo, así como a Blue Demon, Mocho Cota y a Wolf Rubinsly en el programa “Contrapunto” en el que el luchador mostró por tercera vez su rostro.
De acuerdo con ‘El hijo del Santo’, esto lo hizo su padre para demostrar que no era como lo quisieron dar a conocer: calvo y con arrugas, pero debido a que ya se había descubierto el rostro antes y con Memo Ochoa y Sergio Sarmiento, confió equivocadamente en Zabludovsky.
Zabludovsky dejó la imagen congelada durante varios segundos, revelando así la identidad del luchador, lo cual le causó un gran dolor al luchador, pues no solo su nombre fue revelado, sino que además el público mexicano conoció su rostro, quitándole todo el encanto.