El reconocido actor Eduardo Yáñez, conocido por su destacada carrera en la industria del entretenimiento, hace algún tiempo estuvo en ‘Netas Divinas’ donde su experiencia con una tanatóloga, le cambió su perspectiva sobre la depresión y la terapia.
Yáñez, contó que había enfrentado una lucha contra la depresión, inicialmente buscó ayuda de un psiquiatra, pero sus cuestionamientos severos y la prescripción de medicamentos no lograron aliviar su malestar. Además, relató que se le instó a leer un libro sobre cómo vivir bien sin depresión, lo que generó desacuerdo entre el actor y su terapeuta.
"Mi problema es físico, no es sentimental, y no me voy a curar leyendo un libro", expresó el actor, tratando de hacer menos el problema de los terapeutas.
Sin embargo, la tanatóloga, Gaby, quien es una de las especialistas del programa, compartió una perspectiva que cambiaría la forma en que el actor veía su propia lucha.
La tanatóloga explicó que la tanatología es una terapia breve que puede proporcionar un "empujón" para recuperar el rumbo en la vida y abordar los problemas emocionales y físicos que afectan la calidad de vida.
Además, subrayó que los medicamentos pueden ser útiles, pero no son una solución completa. "El medicamento es un flotis para que puedas nadar en aguas turbulentas, pero te quitas el medicamento, el medicamento o los flotis y no has arreglado, no te han enseñado a nadar", afirmó.
La tanatóloga también abordó la resistencia de Eduardo Yáñez a hablar sobre su infancia en terapia, a lo que él respondió que no quería recordar o revivir momentos dolorosos.
Sin embargo, la terapeuta destacó la importancia de abordar todas las dimensiones del ser humano, incluyendo el cuerpo, la mente y el espíritu, de manera integral.
“Tienes que me entrarle a lo que no quieres entrar Eduardo porque duele, si tú te hubieras roto la rodilla y vienes conmigo yo tengo que tocar la rodilla, porque si no te toco la rodilla no te curo. Tú no quieres entrar o que verdaderamente duele ahí el alma y lo quieres separar”, le explicó.
La conversación entre Yáñez y la tanatóloga se centró en la idea de que la terapia no busca eliminar el dolor, sino maximizar el crecimiento personal y la aceptación, algo que al final, el actor agradeció, pues no había considerado la tanatología como una forma de terapia.
