El 9 de cada 10 mujeres mexicanas tienen lo que popularmente se conoce como celulitis, aunque se le llama siempre por ese nombre, la celulitis es en realidad una inflamación subcutánea que incluso puede causar la muerte. El problema estético que genera irregularidades en la piel debido a la acumulación de grasa se conoce como Lipodistrofia Periférica Fisiológica Benigna o piel de naranja.
Este mal estético que le causa inseguridad a más del 90% de las mujeres ha aumentado en los últimos años, la Fundación Mexicana de Dermatología culpa al estilo de vida sedentario y a la alta ingesta de alimentos procesados, pero hay más causas que quizá no son tan obvias y que podrían ser un factor determinante que favorezca su aparición.
Esta acumulación de grasa afecta principalmente a las mujeres, esto es debido a la genética, el cuerpo femenino tiende a acumular grasa como una forma de preparación ante un posible embarazo, es por ello que desde la etapa adolescente o desde que se tiene el primer periodo menstrual esta puede comenzar a aparecer.
Las zonas donde es más común son piernas, abdomen y brazos, dependiendo de la edad, la grasa tiende a cumularse en lugares diferentes, donde primero aparece la piel de naranja es en caderas y muslos, en el abdomen tiende a aparecer durante la menopausia.
La lipodistrofia se desarrolla por fases, en total son 4 en la primera los hoyuelos no son visibles a primera vista ya que la grasa acumulada no se encuentra en la capa inmediata luego de la piel, pero es posible verla si se pellizca la zona, la segunda fase es posible verla solo cuando se está de pie, en la tercera fase la piel de naranja es visible en cualquier postura y en la última ya está acompañada de problemas circulatorios y nódulos.
Las principales causas de este problema son la raza, ya que es mucho más común en blancos y negros que en asiáticos desarrollar este tipo de acumulaciones de grasa y la genética que crea pre-disposición, es por ello que independientemente del peso o complexión puede llegar a aparecer. Después hay causas secundarias, como las hormonas y la capacidad circulatoria del cuerpo, en esta categoría se pueden englobar el uso de anticonceptivos, la menstruación y la menopausia.
La piel de naranja se puede evitar o reducir cuando se encuentra en sus primeras fases, principalmente con dieta, ejercicio y hábitos diarios. La alimentación es algo que podemos controlar y por ello es la forma más efectiva de evitar la aparición de este problema en la piel, beber mucha agua para minimizar la retención de líquidos, reducir la ingesta de carbohidratos y grasas saturadas, aumentar el consumo de alimentos que favorezcan la circulación como es el potasio, la fibra y la vitamina C.
El ejercicio moderado también es un factor que puede ayudar a evitar que se formen nódulos de grasa, basta con hacer ejercicio ligero durante el día y modificar los hábitos que agravan esta condición como usar ropa muy ajustada, cruzar las piernas o permanecer sentados o de pie por mucho tiempo.