Carlos Bonavides consiguió la fama gracias a su personaje de “Huicho Dominguez” de la telenovela ‘El Premio Mayor’; el actor en más de una ocasión ha hablado de los problemas de alcoholismo que la fama le trajo, pues dijo llegó a tener alucinaciones por abstinencia al alcohol.
Fue hace un tiempo en el programa de Adela Micha “La Saga” en el cual el famoso recordó que estuvo en una clínica de rehabilitación debido a sus problemas con el alcohol y debido a la abstinencia en la cual se encontraba, tuvo un ‘Delirium tremens’.
“Yo estaba un día en un hotel maravilloso, con decirte que en el cuarto del hotel había alberca, tenía yo a cuatro muchachas a mi disposición, cuatro mujeres preciosas, un ventanal donde se divisaba la mar con la puesta de sol, y la cama estaba llena de billetes y todo, suena el teléfono y entonces yo contesto, me dicen ‘te habla el jefe’ y me salgo como estaba”, relató en la entrevista con Adela.
Carlos Bonavides salió de su habitación sin ropa y en el pasillo uno de los enfermeros le pidió que volviera a su cuarto y que se pusiera ropa, cuando entró se dio cuenta de que todo lo que había visto eran alucinaciones suyas.
“Me dice ‘oiga, pero qué le pasa, métase, viejo cochino’, y me meto y entonces no había nada, estaba yo en un cuarto de tercera de la colonia, no sé dónde. Me dieron un chingadazo que era alcohol del 96 para calmarme, tenía yo un delirium tremens por la abstención alcohólica” continuó el comediante.
Esta no fue la única alucinación que vivió Carlos Bonavides, pues en otra ocasión se le apareció el diablo, quien le pidió que no dejara de beber.
“Otro día me correteron unos perros, yo salté una barda y salvé la botella, y saqué la botella y se me aparece el diablo, te lo juro. Y me dice el diablo ‘tómale, wey, ¿no quieres seguir tomando? tómale’, y yo asustado ‘sí señor’”, recordó el actor que le dio vida a Huicho Domínguez.
Carlos Bonavides en la misma entrevista relató que llegó a creerse tanto el personaje de Huicho Dominguez que iba a Garibaldi donde le ofrecían de tomar y él aceptaba, lo que lo llevó a caer en las adicciones y eventualmente toda la fortuna que hizo con su personaje se esfumó e incluso llegó a vivir en la calle.
“Yo me aloqué tanto que me iba a Garibaldi vestido de ‘Huicho Domínguez’, (me la creí), y entonces tomaba yo de mesa en mesa, vodka, brandy, lo que me dieran, ya era un delirio, una cosa terrible, yo llegué a andar como homeless, indigente”, recordó.