Los ataques o crisis de ansiedad son estados que pueden durar muy poco que vienen acompañados de síntomas físicos como la sensación de falta de aire, palpitaciones en el pecho, mareo y miedo a perder el control y morir de acuerdo con el portal Mente A mente, un espacio dedicado a la salud mental.
En muchas ocasiones se llega a confundir con un ataque de pánico, sin embargo, son diferentes, pues la ansiedad se relaciona con un evento o situación específica, mientras que el ataque de pánico es un síntoma del trastorno con el mismo nombre y los síntomas son mucho más graves que los síntomas de la ansiedad, según menciona el Medical News Today.
Algunas de las características que los distinguen son que la ansiedad puede tener un desencadenante específico como algún examen, problemas emocionales y se suele desarrollar gradualmente cuando una persona se siente ansiosa, implica síntomas físicos como latidos cardíacos acelerados o nudos en el estómago.
Por otro lado, el ataque de pánico no se desencadena de un hecho en específico, presenta síntomas físicos y sentimientos de terror intensificados, puede ocurrir de manera inesperada y tiene una duración de algunos minutos y hasta una hora.
¿Cuáles son los síntomas de los ataques de ansiedad?
Los síntomas que se pueden llegar a presentar ante una crisis de ansiedad, según informa el mismo artículo son preocupación, intranquilidad, problemas para dormir, dificultades para concentrarse, así como cambio de frecuencia cardiaca, tensión en la cabeza o cuello, dolor de cabeza, náuseas, sensación de desmayo entre otros.
¿Cómo calmar un ataque de ansiedad?
Una de las maneras más fáciles y comunes de calmar un ataque de ansiedad es usar la respiración profunda, pues como mencionamos, uno de los síntomas es la hiperventilación por lo cual tratar de regular nuestra respiración con esta técnica nos podría funcionar.
También puedes utilizar la técnica de relajación muscular. Concéntrate y trata de relajar tus músculos poco a poco, intenta iniciar con algo fácil como los dedos de las manos o los pies.
El ejercicio es una buena opción para calmarnos, pues cuando realizamos alguna actividad física, el cuerpo comienza a liberar endorfinas que nos ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo, puedes tratar con una caminata ligera.